Esta vez la última palabra la tuvo la presidenta. Luego de un día donde llenó de críticas a los autores de la iniciativa, Cristina Fernández cumplió su promesa y vetó la ley que fijaba las jubilaciones más bajas en el 82 por ciento del salario mínimo, vital y móvil. Lo hizo antes de que se cumplieran 24 horas de su sanción en el Senado, tras otro voto “no positivo” del vicepresidente Julio Cobos, a quien, de paso, trató de “okupa” de su cargo. Y lo hizo pese al costo político que le supondría podar una ley que parecía beneficiar a millones de jubilados y que elevaba la jubilación mínima en 380 pesos.
“Aquí, el costo político está en el vigésimo puesto. En los primeros lugares está la responsabilidad política y social de los argentinos”, aseguró ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, poco antes de la firma del veto de la presidenta. En declaraciones a la prensa, en la Casa Rosada, Aníbal resaltó que “nadie va a permitir que Argentina se termine suicidando”.
Cristina, por su parte, antes de vetar la norma, se despachó a gusto contra sus impulsores y, especialmente, contra el vicepresidente Julio Cobos, a quien le tocó definir, tal como ocurrió en la votación de la famosa resolución 125 sobre retenciones móviles, tras un empate en los votos de los 70 senadores presentes.
Del veto habló por la noche, en un acto en Casa de Gobierno: “Lo que se sancionó es la ley de quiebra y no puedo permitir que el Estado quiebre, porque tengo una ley que me obliga”, dijo Cristina, y luego agregó: “Cuando se sanciona una norma que aumenta los egresos tiene que decir de dónde viene el financiamiento”, aseguró la jefa del Estado y advirtió que “quieren la quiebra de una empresa que es la Argentina”.
“En la Argentina se acabaron los estúpidos y yo no quiero ser estúpida”, dijo la presidenta, quien creyó ver “otra cosa” detrás de la aprobación de la ley: “Hay intereses atrás de esto, máscaras de otros que no están sentados ahí en el Congreso”, advirtió, y agregó que “esta presidenta gobierna pensando en los 40 millones de argentinos, en los que me quieren y en los que no me quieren”.
“Entre 2003 y ahora se aumentó 498 por ciento las jubilaciones que estaban congeladas, y quienes hoy hablan e impulsaron esta nueva ley le descontaron el 13 por ciento y además declararon el default”, remarcó Cristina.
“Una estafa a los jubilados”
La presidenta definió ayer como “una ley de estafa a los jubilados” la norma aprobada por el Congreso y definió a Julio Cobos como “un vicepresidente okupa”.
“Si yo no ejerciera mi cargo de acuerdo a la Constitución y a la legitimidad que me dieron los votos, sería una presidenta okupa. Tenemos un vicepresidente okupa”, dijo Cristina.
No obstante, ratificó que no le pedirá la renuncia al mendocino: “Somos muy respetuosos de la legalidad y de la Constitución”.
“Queremos que Cobos quede allí hasta el 10 de diciembre cuando termine su mandato, que no piense que nadie va a pedirle la renuncia”, explicó.
Respecto de la sesión de ayer del Senado, dijo que “fue una gran comedia montada por grandes farsantes”, al recordar que los protagonistas “son los mismos de siempre, los mismos actores, lo de ayer fue una gran comedia montada por grandes comediantes”.
“No daría el 82, daría el 100”
“No daría el 82 por ciento, daría el 100”, dijo Cristina, dando a entender la imposibilidad de cumplir con lo propuesto por la oposición, y luego de enumerar las medidas del kirchnerismo a favor de los jubilados, como la “recuperación de la administración de los recursos del Estado en manos de las AFJP” y los “18 aumentos” desde 2003 hasta ahora.
Además, explicó que “hay dinero para financiar el 82 por ciento móvil para los haberes jubilatorios hasta el 2011; jubilados va a haber siempre, y ellos (por la oposición) quieren ser gobierno”.
La jefa del Estado se pronunció así durante un acto que encabezó en la localidad bonaerense de Moreno, junto al ex presidente y titular del PJ nacional, Néstor Kirchner; el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, y el titular de la Ansés, Diego Bossio.
“¿Por qué votaron en contra cuando recuperamos los fondos de las AFJP y de la movilidad jubilatoria?”, se preguntó Cristina.
Sobre los representantes de la UCR dijo que “tuvieron que retirarse dos veces (del gobierno) por ineptitud manifiesta para gestionar”; agregó que “muchos de los que ayer hablaban fueron funcionarios del Estado en la reducción del 13 por ciento a los jubilados y en el intento de reducción del presupuesto universitario”, y completó: “¿Quién puede creer en ellos?”.
Cristina advirtió que le “corren escalofríos por la espalda” al pensar que la oposición pueda gobernar el país, y enfatizó: “Dios nos libre a todos los argentinos”.
¿Cláusula de desinversión?
La presidenta puntualizó que en la ley que aprobaron los opositores “quieren una cláusula donde tenemos que vender el Fondo de Garantías de la Ansés en 30 días”. Dicho fondo está conformado por activos líquidos pero también por acciones de empresas nacionales y trasnacionales. “Son los mismos que votaron en contra de que los monopolios se desprendieran en un año” de las licencias (de radio y televisión) en infracción, dijo, en relación a quienes se opusieron a la desmonopolización del grupo Clarín.