«Esto es algo enorme, extraordinario, la mística otra vez. Tenemos la estrella once, un número muy representativo para el club», sostuvo Sabella.
El entrenador campeón reconoció la jerarquía del escolta Vélez al considerar que hizo «un torneo extraordinario», aunque recordó que el ganador «siempre es uno solo».
Además, con el equipo platense se consagró campeón del Metropolitano 1982 y del Nacional 1983, como parte de un memorable mediocampo que integraba con Marcelo Trobbiani, José Daniel Ponce y Miguel Angel Russo.
En marzo de 2009 fue tentado por Estudiantes para ser técnico, aceptó la propuesta y se coronó campeón de la Copa Libertadores ese mismo año.