El fundador de Wikileaks, Julian Assange, prepara un libro que será publicado en abril próximo en Latinoamérica y España. El mismo tendrá datos y detalles sobre el sitio de internet que cobró relevancia mundial por difundir las filtraciones de los cables de la diplomacia norteamericana.
En estas crónicas, Assange explicará la filosofía del grupo «extraterritorial y revolucionario» que creó, con una mirada «temperamental y decidida» que lleva a «repensar radicalmente» cuestiones como «transparencia, democracia y poder», según señaló en un comunicado Ramdom House Mondadori (RHM), la editorial que, a través del sello Debate, lo publicará en el país.
“Confío en que este libro se convierta en uno de los documentos que definan a nuestra generación”, aseguró por su parte el periodista, según consigna el comunicado de la casa editora. RHM compró los derechos mundiales en castellano de este trabajo, «un acuerdo negociado a través de la editorial británica Canongate en representación de la agencia literaria Peters, Fraser and Dunlop», se informó en el comunicado.
Canongate también vendió los derechos de publicación a la editorial Feltrinelli de Italia; a Kiepenheuerund Witsch, de Alemania; la francesa Laffont, la australiana Text, la holandesa De Geus, Objectiva en Portugal y Font, de Noruega, así como a la sueca Norstedts, la catalana Aray y la brasileña Companhia das Letras, que participarán de un lanzamiento coordinado.
La plataforma digital de Assange generó un gran revuelo en la opinión pública mundial tras publicar documentos confidenciales sobre las guerras en Irak y Afganistán y cables diplomáticos de Estados Unidos.
El australiano, de 39 años, había declarado en diciembre último que con este libro buscaba conseguir dinero -cerca del millón y medio de dólares- para mantener la plataforma online y defenderse de las acusaciones de abuso en su contra asentadas en Suecia.
Lo que podría ocurrir, de resultar extraditado a ese país desde el sur de Inglaterra, donde cumple libertad condicional, es que las autoridades suecas busquen extraditarlo a su vez a Estados Unidos, donde el vicepresidente Joe Biden lo calificó de «terrorista de alta tecnología», según «The Sunday Times».