Como nueva medida preventiva, el área de evacuación respecto de las dos plantas nucleares de Fukushima se amplió de 10 a 20 kilómetros luego de la explosión registrada en una de las centrales.
Los expertos consultados consideraron que el daño “podría ser mínimo si la detonación no ha abierto el interior del reactor”.
La explosión en una de las dos plantas de Fukushima tuvo lugar durante una de las réplicas del terremoto ocurrido este viernes, en un momento en el que los operarios estaban liberando el exceso de presión en las válvulas tras el fallo de los generadores de refrigeración.
El Gobierno japonés reconoció que la radiación en el lugar se incrementó pero aún no lograron determinar con exactitud el daño real de la detonación que, se cree, pudo haber liberado en una hora la radiación que una persona es capaz de absorber en un año.
Según la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) la explosión se produjo por el calentamiento repentino de los gases de hidrógeno liberados, lo que en teoría no acarrea ningún aumento de la radiación, indicó el vocero Ian Hore-Lacy.
«Con la explosión, el hidrógeno desaparece y ya no hay nada que temer», indicó el científico.