Los encargados de armar los planteles de Newell’s y Central no pudieron hacerlo como quisieron, y eso hoy se ve reflejado en el presente futbolístico de ambos equipos. Gonzalo Belloso y Gustavo Dezotti se encontraron con un centenar de escollos institucionales que hicieron mella en la labor que tenían que hacer, y la realidad se ve en los magros presentes.
Los problemas económicos de la institución que preside Guillermo Lorente fueron determinantes para dificultar la tarea del mánager. El escaso tiempo de trabajo y el descenso hicieron propio con el trabajo del secretario deportivo canalla.
Si bien Dezotti hace más tiempo que está en el cargo, siempre encontró a las arcas rojinegras con escaso límite para las contrataciones. A pesar de esto, el Galgo se las ingenió para traer jugadores, aunque no fueron de la jerarquía que todos esperaban, salvo marcadas excepciones (Boghossian, Achucarro, Mateo).
La situación, por el lado del Canalla, tampoco fue la adecuada. Más allá que Belloso contó con empresarios que colaboraron con dinero para la llegada de jugadores, el tiempo con el que contó para armar el plantel fue escaso. Y encima, el Pejerrey también encontró un club diezmado, descendido, lo que hizo que varios futbolistas le dijeran “no” a la posibilidad de venir al club.
El presente de los dos equipos más importantes de la ciudad no es casual. Cada uno con sus problemas, la mayoría de ellos heredados, hicieron que Belloso y Dezotti no tuvieran todo de su lado a la hora de armar los planteles, y así, es más fácil equivocarse.