El gobernador Hermes Binner intentó ayer restañar las heridas abiertas entre el socialismo y el radicalismo, al asegurar que “la alianza en Capital con Proyecto Sur y sin la UCR no es una noticia buena”, y endilgarles el acuerdo a los dirigentes porteños de su partido. En un sentido similar se manifestó el senador nacional Rubén Giustiniani, quien sostuvo que hará esfuerzos “hasta el último día” para contener al radicalismo en un armado nacional. Por su parte, el senador radical Gerardo Morales señaló que “los tiempos apremian” y que “no se puede esperar hasta el 4 de junio para ver cómo seguimos”, en relación a la fecha del congreso nacional del PS.
Binner le bajó el tono a conflictiva relación que mantienen el PS y la UCR, esta última apremiada por una definición del gobernador sobre su futuro electoral. “En cada distrito, los candidatos tienen la posibilidad de formar coaliciones. Nosotros, la verdad, no compartimos esto. Quisiéramos que fuera realmente una respuesta nacional y que tuviera su presencia y representatividad en cada una de las provincias”, dijo Binner. “Esto no ha podido ser hasta ahora, el caso de Buenos Aires ha sido paradigmático de esto. Pero nosotros no decimos «no con el radicalismo, no con Luis Juez». Tratamos de encontrar ese equilibrio”, añadió.
Sobre su decisión de esperar el resultado de las primarias santafesinas para definir su futuro nacional, Binner insistió: “Para solucionar la situación a nivel nacional, primero, tenemos que resolver la cuestión a nivel local. Si tenemos una moneda devaluada en Santa Fe, es una moneda que correría en todo el país así devaluada. ¿Con qué cara voy a decir vótenme a nivel nacional si en mi provincia no han votado el proyecto?”.
Además, descartó que haya tenido participación en la decisión del PS porteño.
El martes la cúpula del radicalismo llegó a Rosario para tantear el terreno sobre la decisión de Binner de acompañar a Alfonsín en la fórmula presidencial, pero se fue con las manos vacías. Un día después el PS cerró filas con Proyecto Sur y el GEN en Capital y dejó sola a la UCR, con lo cual profundizó la tensión entre ambas fuerzas.
El senador nacional y titular del PS, Rubén Giustiniani, aseguró ayer, en línea con Binner, que hará esfuerzos “hasta el último día para confluir todos los que compartimos la misma idea en crear una alternativa al gobierno nacional”, y puso como límite, también en coincidencia con el gobernador, al titular de Celeste y Blanco, el empresario colombiano Francisco De Narváez.
El socialismo confía en que al menos un sector de la UCR bonaerense rechazará al acuerdo que busca el alfonsinismo con De Narváez, y confluirá en el frente progresista nacional.