Los cuatro mejores jugadores mundiales, el español Rafael Nadal (1º), el serbio Novak Djokovic (2º), el suizo Roger Federer (3º) y el escocés Andy Murray (4º) se presentan como los grandes favoritos al título en el torneo de Wimbledon, que empieza el lunes en Londres.
Los cuatro coparon las semifinales en Roland Garros y buscarán en la hierba británica un triunfo de prestigio, en una edición especialmente igualada y a la que cada uno llega con sólidos argumentos.
Nadal, campeón en París, defiende el título conquistado en 2010, aunque su número uno mundial parece más que amenazado por Djokovic, el hombre de la temporada, a pesar de la decepción que supuso su caída ante Federer en las semifinales de Roland Garros.
Ese partido cortó la racha de victorias del serbio y su condición de invicto en 2011, después de un inicio fulgurante en el que se apuntó el Abierto de Australia y llegó a ganar a Nadal en cuatro finales de torneos Masters 1000 (Indian Wells, Miami, Madrid y Roma).
Pero Nadal no tiene costumbre de salir con la etiqueta de víctima y en Londres tratará de seguir haciendo historia. Si en Francia igualó el récord de seis títulos del sueco Bjorn Borg, ahora tiene la oportunidad de alcanzar al mismo legendario jugador en número de títulos en grandes (11).
A sus apenas 25 años, quedaría en el cuarto lugar del palmarés histórico, por detrás de Federer (16), Pete Sampras (14) y Roy Emerson (13).
El español sería además el segundo, después del escandinavo, en lograr tres veces el doblete Roland Garros/Wimbledon.
Para Roger Federer, la cita con la historia también está clara: un título en Londres supondría el séptimo e igualar en el palmarés con Sampras, además de con el inglés William Renshaw, que dominó en la prehistoria del torneo -finales del siglo XIX.
Reforzado por su buen papel en París, incluido su triunfo sobre Djokovic, Federer quiere olvidar el desastre de su eliminación prematura el año pasado ante el checo Tomas Berdych, en el único de los ocho últimos años en el que no ha disputado la final.
El suizo no ha renunciado a volver al número uno y con ello a batir el récord de permanencia en la cabeza, que tiene Sampras, con una semana más que Federer.
Con sólo dos Abiertos de Australia en su palmarés, Djokovic está aún lejos de compararse con las leyendas del tenis mundial, aunque su gran actuación de este año le sitúa también en la concurrida pole position.
El serbio es todo un ídolo, especialmente en su país, con el que conquistó en diciembre la Copa Davis y está muy cerca de convertirse en el primer número uno de Serbia, al menos en el ranking masculino, ya que Ana Ivanovic y Jelena Jankovic ya vivieron ese honor en el femenino.
Si Djokovic alcanza la final o si Nadal no gana el título, el balcánico será número uno. Pero sólo el título, después de su desilusión de París, saciaría a un jugador que se caracteriza por su gran ambición.
El cuarto en discordia será de nuevo Murray, finalista en Australia y semifinalista en Roland Garros, que tendrá la difícil misión de poner fin a la interminable travesía del desierto del tenis británico, cuyo último título en su Wimbledon se remonta a hace 75 años.