“Sin gol hay cosas que no lucen”. Las palabras de Sebastián Peratta son un fiel reflejo de la realidad de Newell’s. El equipo no juega mal, muchas veces merece más que el rival, pero carece de poder en los metros finales y entonces la sumatoria de puntos escasa.
El problema no es nuevo. La falta de gol es un mal que aqueja a la Lepra desde hace tiempo. Lo sufrió en el final del ciclo Sensini y se repitió sistemáticamente desde la llegada de Javier Torrente. Y no sólo tiene que ver con no encontrar un centrodelantero goleador. Si el nueve no ‘moja’, los volantes ayudan poco, los defensores menos. Así se hace muy difícil ganar.
En años anteriores estaba el poder en la red de Boghossian y la Lepra peleó el título. Tras la salida del uruguayo y de Jorge Achucarro, que también aportó lo suyo, los goles empezaron a escasear ya que Sebastián Taborda, Iván Borghello o Luis Rodríguez no justificaron nunca su llegada al Parque. Pero entre Mauro Formica, Mauricio Sperduti y algunos goles de Schiavi solucionaron en parte el problema.
Hoy la responsabilidad recae en el paraguayo Víctor Aquino y en menor medida en Ricardo Noir y Mauricio Sperduti. Y si bien aún deben aportar mucho más en materia goleadora, hasta ahora son los únicos que anotaron.
Un déficit de la Lepra es la escasa participación de los volantes en el área rival. Y para peor tampoco tiene mucha altura en sus defensores como para esperar demasiada colaboración de los hombres de atrás a la hora de convertir por una pelota parada. En una radiografía realizada por El Hincha, queda expuesta la dependencia rojinegra de sus tres atacantes a la hora de llegar al arco rival. Y también el escasísimo aporte de los volantes.
El más peligroso de acuerdo a los números es Ricardo Noir. El ex Boca anotó dos goles y además es el jugador leproso que más disparos ejecutó (16), con una buena eficacia ya que más de la mitad de sus remates al menos fueron al arco (ver aparte).
Además Noir es el futbolista rojinegro que más faltas recibió en estas primeras seis fechas con 18 infracciones, a un promedio de tres por partido. Detrás de Noir aparece Mauricio Sperduti. Más allá de no estar en su mejor nivel, el Gordo aportó un gol ante Argentinos, dos asistencias en el triunfo ante Belgrano y aparece como el segundo jugador leproso que más busca el arco rival con 9 disparos.
En tanto Aquino jugó menos minutos, pero su participación a la hora de buscar la red rival tampoco es tan alarmante. El ariete guaraní anotó un gol en la victoria ante Belgrano, hizo poco ante Colón (falló un gol bajo el arco), pero estuvo más participativo frente a Rafaela. Sus números marcan 8 disparos al arco con un 50 por ciento de efectividad (un gol y tres atajados).
Un detalle particular del paraguayo tiene que ver con las faltas recibidas. En tres partidos como titular y varios minutos ingresando desde el banco apenas le cometieron 3 infracciones, muy pocas para un atacante al cual le llega la pelota bastante seguido. Sin necesidad de mucho análisis, los números de los volantes son preocupantes y no hacen más que reflejar que a la hora del gol, hay que esperar poco de ellos.
Figueroa es el que más participó activamente en ofensiva con 5 remates al arco rival, con escasa efectividad. Vangioni probó algo más con 8 disparos, pero apenas dos fueron al arco. En tanto Pablo Pérez, Lucas Bernardi y Cristian Díaz no hacen más que ratificar que anotar no se su fuerte.
Faltan goles y no hay mucho para ilusionarse. La Lepra deberá esperar algo más de Aquino; además Noir y Sperduti deberán aportar su cuota básica de tantos y participar como hasta ahora en los otros rubros. Y que aparezca algún gol de un volante o un defensor no vendría mal. De otra manera será difícil sumar victorias.