Dos hombres fueron aprehendidos como «partícipes necesarios» del crimen de Candela Sol Rodríguez, hallada asesinada el 31 de agosto en Villa Tesei, y también fue apresado un adolescente acusado de ser quien realizó una llamada extorsiva a la familia.
Fuentes judiciales identificaron a los dos mayores detenidos como Gabriel Gómez y Guillermo López, quienes se encuentran en la alcaidía de los tribunales de Morón donde serán interrogados por el fiscal del caso, Marcelo Tavolaro. Sobre uno de ellos se investiga si se trata de uno de los captores de Candela.
Según los voceros, ambos serán defendidos por el abogado Rodrigo González, quien antes de la indagatoria tenía previsto reunirse con sus familiares para ponerlos al tanto de las imputaciones en su contra.
Matías Morla, que defiende a otro de los detenidos en la causa, el carpintero Ramón Altamirano, aseguró que ambos fueron involucrados en el expediente «por un testigo de identidad reservada» y tienen «antecedentes por piratas del asfalto».
Respecto del menor de edad, está acusado del delito de «extorsión», ya que sería quien llamó a la tía de Candela para exigir un pago por la liberación de la niña.
«En caso de que la voz sea similar al llamado que se hizo desde (el barrio porteño de) Retiro, van a ser sometidos a un estudio de scopometría, un cotejo de voz», explicó Morla.
El letrado también adelantó que el sábado se va a hacer un análisis sobre los 70 teléfonos que fueron secuestrados en los allanamientos efectuados en la causa con un sistema nuevo utilizado por el FBI.
«Los teléfonos se enchufan a una computadora y sacan toda la información de imágenes, sonido y mensajes aunque hayan sido borrados también», detalló.
El carpintero Altamirano, detenido como partícipe necesario del crimen de Candela, declaró ante Tavolaro y aseguró que es «inocente» y aportó datos de personas a las que aseguró haber visto en la casa donde se cree que la nena estuvo cautiva. Morla dijo a la prensa que su defendido Altamirano dijo que «no tiene nada que ver con este caso», y que luego de que declaren una serie de testigos que propuso se va a ordenar su libertad.
«A nuestro criterio, (la declaración) le resultó sumamente convincente (al fiscal) y va a terminar la cuestión como una persona que estaba en un lugar poco indicado y nada más, pero que no tiene absolutamente nada que ver, es inocente», remarcó.
Altamirano quedó involucrado en el caso a raíz de la declaración de un testigo de identidad reservada que dijo que Candela estuvo cautiva en su casa, en la calle Charrúas 1081 de Villa Tesei, y luego en la casa de Kiernan 992, a pocos metros de la anterior, propiedad de otra detenida en el caso, Gladys Cabrera.
Sin embargo, según Morla, el carpintero hoy dio detalles acerca de qué día fue a la casa, a qué hora, qué tareas hizo y que algunas jornadas estuvo trabajando en una clínica de la localidad bonaerense de Olivos.
Altamirano «también colaboró con la pesquisa porque dio datos que pueden llegar a servir, sobre distintas personas, sobre gente que él tomo conocimiento que estuvo en la casa», agregó su letrado.