La Psiconeuroacupunturatiene una visión más amplia frente a las enfermedades psicosomáticas porque no se queda sólo en el síntoma, que puede ser desde psoriasis, jaquecas crónicas o colon irritable. “La enfermedad psicosomática es la expresión de un problema psicológico en el cuerpo. Entonces no hay algo físico, es físico porque se está externalizando”, analiza Moltó Ripoll.
Sin embargo, el abanico de enfermedades en las que se puede aplicar el tratamiento es muy grande. “Desde todo aquello que sea psicosomático, hasta el cáncer. Nosotros tenemos un departamento que trata el cáncer y es uno de los aspectos en los que más se ha avanzado”, indicó el psiconeuroacupuntor.
Esto no significa quela Psiconeuroacupunturahaya encontrado la cura para el cáncer, pero los avances se deben a que la disciplina se ocupa de un aspecto de la enfermedad sobre la que los médicos tradicionales no trabajan. “Si un oncólogo trata el órgano enfermo y el cáncer sigue existiendo, entonces no se está trabajando sobre el plano psicológico, el mental. No decimos que no hay que tratar un cáncer con quimioterapia o con rayos, porque sino no se va a curar, pero sí decimos que hacer sólo eso es incluso peor. Porque si no has conseguido liberarte, tomar conciencia de por qué has tenido esa enfermedad, entonces no vas a estar curado. Entonces fíjate,la Psiconeuroacupunturapuede tratar desde una gastritis hasta el cáncer”.
El procedimiento
El tratamiento de Psiconeuroacupuntura comienza con un estudio tradicional chino, que “implica un análisis de todo el cuerpo”, explica Juan Pablo. El punto de partida es siempre el mismo, aunque el paciente necesite tratar una jaqueca o el colon irritable. Lo importante es seguir el protocolo que utiliza la medicina china.
“Yo voy a hacer un análisis completo, voy a estudiar cómo vives, cómo comes, cómo te relacionas con tu pareja, con tu trabajo, cómo te expresas, cómo sientes, cómo duermes. Analizaré toda tu historia y a partir de ahí conoceré tu mapa energético”, detalla el especialista.
En este sentido, el paso siguiente es una consulta, muy similar a la que se realiza en acupuntura clásica. Durante la misma, el paciente reposará en una camilla y será punturado con agujas en distintos puntos del cuerpo. Esto tendrá como objetivo la regulación de los puntos energéticos. “A partir de ahí, dependiendo de lo que yo haya interpretado al principio de la charla, y dependiendo de lo que haya notado al colocar las agujas, haré la terapia verbal. Cuando el paciente tiene las agujas puestas, su cuerpo está sintiendo, y cuando le hablo lo está haciendo a nivel racional. No es lo mismo sólo sentir, o sólo pensar, son necesarias las dos cosas. Y de esa manera, se procesa mucho más el tratamiento”, analiza Moltó Ripoll.
El tratamiento no implica un gran gasto económico. “No deja de ser más costoso que cualquier psicoterapia. Yo diría que menos, porque el sistema generalmente no necesita de más de 10 visitas”, concluye Moltó Ripoll.