Sorpresa en el Coloso. Se disputaba el segundo tiempo del empate entre Newell’s y San Lorenzo cuando Jonathan Bottinelli sacudió de una patada a Maximiliano Urruti. La infracción fue sancionada con amarilla por el árbitro Néstor Pitana y el defensor blaugrana llegó a la quinta amarilla, lo que impedirá que juegue ante Tigre.
Hasta ahí no había nada raro: balón parado a favor del local al borde del área. De repente se acercó el arquero Sebastián Peratta, quien pidió el tiro libre al entrenador Diego Cagna, quien dio permiso, en algo ya entrenado en la semana.
Ante la atenta mirada del público presente, ya que de fallar el partido estaba igualado y el contraataque podría ser letal, los nervios crecieron en el verde césped. El arquero finalmente ejecutó sobre la barrera y la pelota salió un metro arriba del travesaño del arco defendido por la figura de la tarde: Nereo Champagne.