La presidenta Cristina Fernández de Kirchner reasumirá sus funciones al frente del Poder Ejecutivo el próximo miércoles, luego de una licencia médica que se extendió durante unos veinte días tras la operación en la glándula tiroides a la que se sometió a comienzos de este mes.
Así lo hizo saber el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FpV), Agustín Rossi, quien también aseguró que la mandataria se encontraba «muy contenta y con mucha energía».
Al parecer, el regreso de Cristina se concretará a través de un acto que encabezaría el miércoles en la Casa Rosada, luego de que el Gobierno no brindara información oficial sobre su evolución durante los últimos días y de que no se difundieran imágenes de la jefa de Estado durante todo su posoperatorio.
El día previo a su reaparición pública, la Presidenta recibirá en Olivos por última vez al cirujano que encabezó su operación, Pedro Saco, quien la volverá a examinar y le otorgará el alta médica definitiva.
«Me parece muy bien que todo el posoperatorio lo haya hecho siguiendo las indicaciones de los médicos. Pero por los que han hablado, tengo la información de que está muy bien y con mucha energía para retomar sus funciones el miércoles», indicó Rossi.
El legislador santafesino manifestó que la mandataria «seguramente va a seguir consolidando la fortaleza de la economía argentina en un escenario económico internacional de muchísima volatibilidad».
«Ahí va a estar puesta la energía de la presidenta entre otras cosas», agregó Rossi en declaraciones a Radio El Mundo.
La jefa de Estado abandonó el pasado viernes el reposo en la quinta de Olivos y se trasladó a la residencia oficial de veraneo de Chapadmalal para pasar el fin de semana junto a sus hijos.
Se trató de la primera salida de la mandataria desde su cirugía el pasado 4 de enero y sorprendió que haya elegido ese destino ya que su idea era pasar parte del posoperatorio en El Calafate, pero los especialistas le aconsejaron no alejarse demasiado de Buenos Aires para un mejor seguimiento.
La Presidenta se instaló con sus hijos Máximo y Florencia en la residencia ubicada a 30 kilómetros al sur de Mar del Plata, a la que no iba desde enero de 2008 poco después de haber asumido su primer mandato.
En los últimos días, la mandataria se había mantenido activa, con reuniones de carácter reservado en la residencia de Olivos, desde donde se comunicó con funcionarios, especialmente con el vicepresidente a cargo del Ejecutivo, Amado Boudou, quien ejerció un bajo perfil, apenas modificado en la puja con las empresas petroleras.
