David Nalbandian, el símbolo del equipo de Copa Davis de la Argentina, avanzó hoy sin pasar sobresaltos a los octavos de final del ATP de Buenos Aires, tras superar con comodidad al estadounidense Wayne Odesnik por 6-2 y 6-3.
Nalbandian, 85 en el ranking mundial de la ATP, empleó una hora y 20 minutos para doblegar a Odesnik (107) en el Buenos Aires Lawn Tennis Club, ubicado en el barrio porteño de Palermo, que lució por primera vez repleto, como para ratificar el idilio que vive el público argentino con el tenista nacido en Unquillo.
El cordobés, campeón en Buenos Aires en 2008, jugará su próximo partido en octavos de final este jueves frente a otro integrante del equipo nacional de Copa Davis, el tandilense Juan Mónaco (20), quien previamente superó al italiano Filippo Volandri (56) por 6-1, 3-1 y abandono por lesión.
El triunfo del Rey David de hoy era previsible ante un tenista de menor categoría, que ingresó al torneo como «lucky loser», tal como se denomina al perdedor en el último turno de la ronda clasificatoria con ranking más alto que accede al cuadro principal debido a la baja de un jugador.
En este caso, la suerte que tuvo Odesnik el ingresar por la lesión del brasileño Thomaz Bellucci, no la tuvo cuando el sorteo le puso enfrente a Nalbandian, quien marcó la diferencia de categoría desde el calentamiento previo.
Nalbandian quebró en el primer juego el servicio de Odesnik y manejó el set cómodo, sólido con su saque, preciso con su revés a dos manos, tanto cruzado como paralelo. Y el cordobés también se permitió algunas sutilezas que levantaron al público y se escucharon las primeras ovaciones en lo que va del torneo.
El cordobés se impuso por 6-2 en apenas 31 minutos de juego y continuó su superioridad en el segundo parcial, ante un tenista entusiasta que tiene como entrenador a Guillermo Cañas, uno de los pioneros de la «Legión Argentina», retirado de la actividad desde hace poco más de dos años y medio.
En el segundo parcial, Nalbandian dominó a voluntad, y hasta se excedió en algunos lujos y toques en la red que permitieron al norteamericano acercarse en el marcador, pero no fue más que eso porque con otro quiebre se adelantó 4-2 y luego administró el esfuerzo hasta definir por 6-3.
Nalbandian dejó atrás a Odesnik y asumirá un compromiso de riesgo ante Mónaco, un jugador que atraviesa un gran momento tras haber sido campeón en Viña del Mar.
El historial entre los dos resalta dos triunfos del cordobés, en Indian Wells y Munich, ambos en 2005, y uno de Mónaco, en la edición 2008 del ATP porteño.
Lo cierto es que se cruzarán dos campeones de Buenos Aires, Nalbandian en 2008 y Mónaco en 2007, y ya está garantizada la presencia de un argentino en cuartos de final el viernes, entre los ocho mejores del torneo.