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Diputados retomó sesión por YPF

La Cámara baja reinició el debate tras una primera jornada de deliberaciones cargada de cruces y chicanas. El oficialismo, que contará con el respaldo del grueso de la oposición, espera superar los 200 votos a favor de la iniciativa.

Diputados convertirá en ley el proyecto de expropiación del 51% de las acciones de YPF en poder de la española Repsol. Sin sorpresas en el horizonte para lograr el número, ya que la proyección de votos para podría superar los 200 a favor, el debate arrancó ayer a las 16 y pasó a un cuarto intermedio a la medianoche tras 62 discursos de oficialistas y opositores en el recinto. Fue retomado hoy y a las 18 se espera que cierre la lista de oradores y comiencen los discursos finales de los presidentes de bloque, tal como se acordó ayer en la reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria en la que se organizó la sesión.

El apoyo a la ley en general fue inusitado y sin duda lo seguirá siendo hoy. Pero eso no salvó al Gobierno de un debate por momentos amargo, plagado de críticas desde todos los bloques de la oposición, incluso los que anunciaron su voto a favor en general. El procedimiento de expropiación sin negociación con Repsol y el reparto de acciones estatizadas a las provincias petroleras con la no inclusión del resto de las gobernaciones a ese club estuvieron toda la tarde en el centro de la escena.

Por el kirchnerismo, la titular de la Comisión de Energía, Rosana Bertone, arrancó con la defensa de la ley asegurando que el Gobierno «no dio señales de atentar contra la seguridad jurídica. No hay en la decisión discriminación alguna; existe una compensación adecuada y justa, y respeto a los compromisos internacionales contraídos», dijo.

La defensa también incluyó a Julián Domínguez, presidente de la Cámara: «Con el proyecto de ley que recupera la soberanía de la producción y comercialización de hidrocarburos, la Presidenta ha convocado a la mayoría de los dirigentes de la Argentina en el Parlamento para darle sustentabilidad a un valor que encarna el sentimiento del pueblo argentino. En los últimos nueve años vinculados a la participación en la energía eléctrica y el gas natural, nosotros pasamos de 9 millones a 11.900.000 hogares que hoy tienen energía eléctrica y de 5.800.000 vecinos que tenían gas natural pasamos a 7.300.000», dijo, después de aclarar que el oficialismo no aceptaría cambio alguno en el proyecto.

Sin dudas, la crítica más dura contra el proyecto partió de Elisa Carrió: «Antonio Brufau y Julio De Vido deben ir presos por el vaciamiento. Estoy convencida de que hay mucha gente sentada en el bloque oficialista que no tiene nada que ver con ello. Sé que la juventud es la que menos tiene que ver. Yo estoy hablando con los adultos que matan y llevan a los chicos al matadero para que después el peronismo tradicional diga que la culpa fue de La Cámpora. Mentira. La culpa fue de los adultos que hicieron creer otra cosa».

Así, en la sesión de ayer el centro de atención no fueron los argumentos del oficialismo, que se conocían desde que Julio De Vido y Axel Kicillof hablaron ante un plenario de comisiones en el Senado, sino las explicaciones de la oposición que apoyó la vuelta el Estado de la mayoría de las acciones de YPF, pero en algunos casos rechazando el procedimiento expropiatorio.

Sin duda, el radicalismo estuvo en el lugar más incómodo de esos discursos: Ricardo Alfonsín, por ejemplo, justificó su voto a favor en una cuestión de principios y aprovechó el momento para criticar a los rebeldes de su bloque, como el cordobés Oscar Aguad, que se niegan a votar a favor del proyecto junto con el resto de la bancada:«En el fondo no quieren apoyar porque le tienen desconfianza al Estado y a la política porque creen que el mercado es lo mejor que le puede pasar a la Argentina», les dijo.

«Vamos a votar a favor por principios porque creemos que el Estado tiene la función principal de defender el interés general», argumentó Alfonsín, tras reconocer todos los puntos débiles en materia de controles y en el proceso mismo de la expropiación que cuestionaron casi todos los opositores.

Claudio Lozano, del FAP, explicó su posición al pedir la derogación de los decretos petroleros firmados en el Gobierno de Carlos Menem: «Si esto no se modifica, YPF será el socio bobo de un sistema energético que garantice beneficios extraordinarios y déficit energético para los argentinos».

Entre los oradores que anunciaron su voto en contra estuvieron el peronista santafesino Daniel Germano y Pablo Tonelli por el PRO: «Si Repsol no estaba produciendo de acuerdo con lo requerido, alcanzaba con revocarle la concesión como habían hecho algunas provincias y otorgárselo a otras empresas, con eso alcanzaba para revertir la falta de producción», dijo.

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