El primer caso resonante fue el de la empresa holandesa Bema Agri, que levantó un terraplén de 20 kilómetros en las islas entrerrianas frente a Villa Constitución para sembrar soja y sorgo. Pero estas construcciones ilegales que modifican al ecosistema del Delta del Paraná continuaron. El colectivo ambientalista “El Paraná no se toca” denunció este año al empresario ganadero rosarino Enzo Mariani por bloquear con un endicamiento el arroyo De la Cruz, y luego registró fotográficamente una obturación similar en el sistema de arroyos de El Meoncito, ambos en jurisdicción del departamento entrerriano de Victoria. Ahora, desde el Concejo de Rosario se vuelve a exponer el tema, y con el aval de la jurisdicción propia: apuntan a intervenciones hidráulicas de análogo impacto sobre terrenos de la isla Charigüé donados a la Municipalidad rosarina. Con el agravante de que, en este caso, los responsables no son propietarios de las parcelas puestas en riesgo ambiental, sino ocupantes ilegales que las explotan con fines comerciales.
Los concejales del Frente para la Victoria-PJ, Norma López y Roberto Sukerman, presentaron un proyecto para que la intendenta Mónica Fein informe sobre las medidas adoptadas por el gobierno municipal respecto de sus propiedades insulares.
“Estos terrenos fueron donados a la Municipalidad, por lo tanto es la que tiene que intervenir porque, según diversas denuncias, están ocupadas ilegalmente por personas que han realizado terraplenes y puentes que obstruyen el normal escurrimiento del agua, afectando seriamente el equilibrio ecológico de los humedales. El terraplenado realizado en forma ilegal causa, por un lado, el anegamiento de terrenos y, por el otro, el secamiento de los mismos, preparándolos para la práctica de la agricultura y la ganadería”, afirmaron los ediles.
“En 2005, la Municipalidad de Rosario hizo un llamado a licitación privada para el relevamiento planialtimétrico y mensuras de terrenos de su propiedad ubicados en la isla Charigüé, pero se desconoce si ese proceso licitatorio fue llevado a cabo, si se adjudicó la obra y su consiguiente ejecución. También queremos saber cuál es la situación jurídica de los mismos, y las medidas adoptadas en caso de estar ocupados en forma ilegal”, aseguró el jefe del bloque, Sukerman.
“Se han constatado caminos terraplenados, cuya traza atraviesa cauces naturales, todos obstruidos en su libre escurrimiento, causando un notable endicamiento de las aguas fluviales y consecuente inundación de los campos lindantes. Es decir, no solo se estaría modificando y destruyendo el ambiente en los lotes del Municipio sino afectando seriamente toda la zona”, agregó la vicepresidenta del Palacio Vasallo, Norma López.
Los terrenos del caso son los que menciona un informe técnico del Consejo Regulador del Uso de Fuentes de Agua (Corufa) emitido en 2010, que se identifican con el plano mensura 19.734, una extensión de 1.241 hectáreas según ese texto (ver aparte) legadas al Municipio de Rosario por el propietario original, Carlos Deliot, el martillero que prosperó con los negocios inmobiliarios, tuvo el primer correo privado de Rosario y, ante la ausencia de herederos directos, en su testamento legó las propiedades que acumuló a la Municipalidad.
Vieja historia
El pedido de informes de Sukerman y López abunda en los informes del Corufa, que mencionan otra inspección –del 29 de marzo de 2011– en la que se constató “un camino terraplenado de altura variable entre 1 y 1.20 metro, ancho aproximado de 4 metros, cuya traza atraviesa cauces naturales identificados como Zanja de Almada, Zanja la Zorra y el desagüe de la laguna El Gato, Zanja de Silvio, Canal Zanja La Cruz, todos obstruidos en su libre escurrimiento, causando un notable endicamiento de las aguas fluviales y consecuente inundación de los campos aguas arriba incluyendo el que arrienda el denunciante, Jorge Montes”.
Nombres repetidos
Y aquí aparece otra vez el ganadero rosarino Mariani, como vecino del predio municipal junto a Ambrosio Flores, Antonio Bayo, Enzo Vignale, Lisandro Ferrero y Sergio Méndez. Todos ellos, según el texto referido, probables responsables de las obras hidráulicas. Uno, incluso (Flores), mantiene un juicio de usucapión de lotes que pertenecen a la Municipalidad de Rosario y hasta anotó un plano particular –número 110.400– “a modo de publicitar su posesión y así lograr su adquisición por prescripción adquisitiva”.
Sukerman indicó que el pedido de informes se basa en numerosas denuncias realizadas por organizaciones como el Taller Ecologista y el colectivo El Paraná no se toca. El concejal advirtió que la Municipalidad podría estar incurriendo en una omisión riesgosa al no supervisar supuestas actividades ilegales en parte de sus propiedades.