La ópera prima de Gabriel Nesci, Días de Vinilo, que este jueves llegará a las salas argentinas incluidas las de los complejos locales, está protagonizada por Gastón Pauls, Fernán Mirás, Rafael Spregelburd e Ignacio Toselli. Se trata de un retrato generacional en clave de humor absurdo sobre un grupo de amigos que se resiste al paso del tiempo.
“Los cuatro se conocen del barrio desde que eran chicos y la película muestra cómo fueron creciendo sin demasiada intención de madurar, y con el amor por la música como único motor en común”, remarcó Gastón Pauls a la agencia de noticias Télam en el marco de una conferencia de prensa.
Del mismo creador de la celebrada tira televisiva Todos contra Juan, esta comedia, que coquetea permanentemente con el patetismo, cuenta las historias de Damián (Pauls), Marcelo (Toselli), Luciano (Mirás) y Facundo (Spregelburd), cuatro amigos de la infancia que comparten desde la más tierna edad un fanatismo –por momentos anacrónico y obsesivo– por el rock clásico en discos de vinilo.
De este modo, el amor, el trabajo, la profesión y la concreción de los sueños se entremezclan en una trama que, con guión del propio Nesci, ofrece una desopilante pintura de la adultez concebida únicamente como trampolín hacia el fracaso, el compromiso no deseado y la renuncia a las fantasías más primigenias.
Sobre la historia, Fernán Mirás remarcó que además del innegable humor de los libros, “Nesci tiene la capacidad de burlarse de los guionistas, de los géneros cinematográficos, de las películas, de la amistad y de las relaciones, y sin poner el acento en esas cosas te hace reflexionar”.
Estructurada a partir de un cuarteto de personajes erráticos, neuróticamente desbordados por un pasado que los ancla y un futuro que los ahuyenta, Días de vinilo presenta un desembarco permanente y casi sin respiro de giros de humor absurdo y cimbronazos de una creciente vergüenza ajena.
En esta historia, Damián es un cineasta de escaso éxito que, en medio de sus intentos vanos por recuperarse de la separación de su ex (Carolina Peleretti), intenta convencer a Leonardo Sbaraglia (interpretado por él mismo) de que acepte protagonizar su segunda película cuyo guión pierde en manos de Vera (Inés Efrón) una joven desconocida.
Este personaje, con simpáticas pinceladas de Juan Perugia, el entrañable alter ego de Pauls en Todos contra Juan, es un deslucido escritor aferrado a un temor adolescente que lo hace enfrentarse a la vida casi pidiendo disculpas.
“Es un antihéroe absoluto, es uno de estos cuatro Beatles vernáculos que está desencantado con la vida, la profesión y el amor”, describió Pauls sobre su decolorado personaje.
Por su parte, Luciano (Mirás), es locutor radial y el comienzo del film lo encuentra de novio con Lila (Attias), una cantante pop seductora, narcisista y ególatra, que no tolera sus celos y que luego de dejarlo, le escribe una canción donde describe sus peores defectos, que se convierte en el hit del año.
Facundo (el actor, director y dramaturgo Rafael Spregelburd) siempre soñó con ser compositor, pero trabaja en un cementerio privado. Justo cuando va a casarse con Karina (Maricel Álvarez), Lila lo seduce con una propuesta que le hará replantearse todo: formar una dupla para componer éxitos.
Por último, Marcelo (Ignacio Toselli) vive de alquilar su departamento a extranjeros mientras dedica su vida a intentar hacer triunfar una pobre y desarticulada banda tributo a Los Beatles.
“Es una hermosa pintura de un perdedor”, remarcó Toselli sobre su personaje, un apocado hombre adulto que, en pos de abolir cualquier toma de decisión orientada a su vida real, está ensimismado en dedicar toda su energía vital en parecerse a sus ídolos musicales.
Estancos, reacios al paso del tiempo y absolutamente infantiles, la película muestra cómo el cuarteto tambalea cuando Facundo decide dar un paso adelante y casarse después de una década junto a su mujer. Será esa la noticia que pondrá en jaque el amilanado status quo que los mantenía a flote aferrados a sus falencias.
“Si aludimos al nombre de la película, con los vinilos como objeto real, hoy uno se pregunta qué hacer con ellos, si guardarlos, escucharlos, tirarlos, y en este grupo también hay algo de su adolescencia que se tienen que plantear: si la dejan, la atesoran o siguen adelante”, concluyó Mirás.
Pauls, entre el estreno y los escándalos
Poco antes del estreno de Días de vinilo, Gastón Pauls, quien está casado con la actriz Agustina Cherri, se vio envuelto en un nuevo escándalo (en el último año confesó su adicción a la cocaína y padeció la quiebra de su productora) cuando fue fotografiado junto a la modelo dominicana Zahina Rojas. El grupo de paparazzis que encontró al actor con la modelo no dudó en tomar la foto y Pauls fue acusado de “infidelidad”. Sin dejar pasar mucho tiempo, Pauls habló de la situación: “No tengo que aclarar nada. Las cosas se aclaran cuando en realidad son oscuras. Cuando no son oscuras y cuando no hay nada pesado para aclarar, yo no tengo que aclarar nada”, dijo el actor en confusas declaraciones Teleshow. “Yo llevé a un grupo de gente de un lugar a otro, me sacaron una foto y esa es la foto que salió. No pasó nada más que eso. A mí lo que más me importa es que lo sepa Agustina y ya lo sabe”, aclaró, al tiempo que lanzó varias acusaciones: “Por algunas razones me están pegando, es un intento de ensuciar la cancha. Pero cuando las cámaras se apagan, mucha gente me ha pedido perdón por cosas que ha tenido que decir o hacer; el medio cada vez es más salvaje”.
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