El grito más esperado por el protagonista y los hinchas desde su regreso se hizo presente en la lluviosa tarde rosarina. Maximiliano Rodríguez conectó con pierna izquierda el gran centro al segundo palo del artillero Ignacio Sccoco y volvió a festejar con la camiseta de Newell’s, esta vez contra Vélez.
Desde aquel doblete a Talleres de Córdoba en el Coloso del Parque Independencia que Maxi no convertía con la camiseta del club de sus amores. Aquel 17 de abril del año 2002, el mediocampista hizo dos para el 3-0 de su equipo.
En un contexto completamente distinto y con un Newell’s claramente protagonista del campeonato, Rodríguez hizo su aparición a los 26 segundos de juego para darle paz a una afición que piensa en las dos tablas pero que comienza a ilusionarse con la posibilidad de luchar por el título, con la mitad del torneo ya disputada.
Los roles se invirtieron y Scocco fue esta vez quien tomó el papel de asistidor para dejar en posición de gol a Maxi, quien no desaprovechó su ocasión frente al arquero Germán Montoya y la defensa velezana.
En el complemento, el mediocampista que arribó a Newell’s proveniente del Liverpool inglés, estuvo desaparecido por minutos pero hizo una aparición rutilante para quedar mano a mano con el golero rival, aunque esta vez tardó demasiado y falló.
Sin embargo, nadie le quitará la alegría de haberle dado el gol a su equipo, el que conduce Gerardo Martino, para subirse a la punta del certamen. El 7 de octubre, el día en que Rodríguez acabó por abrazarse con los aficionados rojinegros para cerrar con gloria su regreso. Y la ilusión sigue y el sueño es cada vez más grande.