Todo hacia pensar que Ricardo Caruso Lombardi se jugaría su futuro al frente de San Lorenzo ante Godoy Cruz dentro de 15 días. Sin embargo, el entrenador está muy agotado y por eso llamó al presidente de la institución, Matías Lammens, para arreglar una salida que beneficie a ambas partes.
Caruso, a quien todavía le quedan 8 meses de contrato, pretende romper el vínculo a cambio de cobrar hasta enero más el premio por haber mantenido la categoría en el último Clausura. El inconveniente que surge es que si bien la mayoría de la dirigencia pretende desprenderse del entrenador, el técnico pretende que la deuda se le abone toda junta y en efectivo, algo imposible para el club hoy en día.
Es por eso que después de la práctica matutina Caruso y Lammens se reunirán para pulir diferencias y ver si pueden arreglar la salida del entrenador en buenos términos. De concretarse, ya hay varios nombres revoloteando por Boedo para sucederlo: Jorge Fossati, Juan Antonio Pizzi, Marcelo Gallardo y el español Víctor Fernández pican en punta en una lista que se va agrandando hora tras horas.