El anuncio del municipio de un aumento en la tarifa del transporte urbano de pasajeros a partir del próximo sábado –que eleva el valor del viaje a 3,20 pesos– fue recibido con una lluvia de críticas por parte de la oposición, desde donde se planteó, entre otras cosas, la necesidad de quitarle la delegación de facultades que se le otorgó a la intendenta Mónica Fein hasta diciembre para decidir la suba del boleto de colectivo durante este año sin necesidad de consultarla con el Palacio Vasallo. Entre otras cosas, se acusó al Ejecutivo municipal de “no saber gestionar los recursos públicos”, de “optar siempre por la salida más fácil”, de no tener políticas sustentables en el tiempo y de ser incapaces de reducir gastos superfluos, entre otras cosas.
Desde el Partido del Progreso Social (PPS), su referente, Héctor Cavallero, afirmó que ante este panorama los concejales son “tristes convidados de piedra”. “Esto es porque a pesar de que la ley nos faculta a nosotros a discutir la tarifa esto fue delegado y es la intendenta la que decide. Seguro que hay alternativas. Si usted va a trasladar mecánicamente y automáticamente todos los aumentos que se van dando va a llegar un momento en el que no lo va a poder pagar una familia, esto es clarísimo”, señaló.
Por su parte, el radical Jorge Boasso comentó que “el aumento de la tarifa del transporte urbano de pasajeros es parte del proceso cíclico al que nos somete esta administración de manera cada vez más frecuente”. “Lamentablemente y a partir de la delegación de superpoderes a Fein el Concejo no va a poder participar de la discusión y así introducir mejoras al sistema que beneficie a todos. El bolsillo del rosarino no está para que todos los días sufra un aumento. El Concejo debería dejar sin efecto la delegación de superpoderes a la intendenta para aumentar el boleto”, remarcó.
Su compañera de bancada, María Eugenia Schmuck, sostuvo que “se opta siempre por la salida más fácil, por cortar el hilo por lo más delgado, que es trasladar el sostenimiento del sistema al usuario”. “Creemos que esta decisión sorpresiva de la municipalidad es un golpe duro a los rosarinos. No se buscan alternativas, ni se imaginan opciones, siempre la primera y única opción es el aumento. Y esta es una política y una metodología que no compartimos”, subrayó.
“Ni siquiera tienen la delicadeza de comunicar a los jefes de bloque, como se había comprometido la intendenta, para informar sobre esto. Es realmente una vergüenza. El Concejo debe recuperar la potestad de discutir la tarifa. Modificarla es una discusión política, no sólo técnica. En una ciudad que no ofrece otras alternativas de movilidad, el aumento sistemático impacta directamente sobre trabajadores y estudiantes”, analizó.
En sintonía, los concejales del Frente para la Victoria, mostraron su disconformidad con lo anunciado por Fein. “Cada seis meses informan problemas y desfasajes con el transporte público de pasajeros con una única solución: aumentar el precio del boleto. No existe una política sustentable y a largo plazo. Estamos ante un círculo vicioso, donde no se solucionan los problemas, las frecuencias empeoran, el servicio deja mucho que desear y lo único que se plantea es más aumentos. El costo siempre lo pagan los mismos que son los usuarios”, dijo Norma López.
En el mismo sentido, el concejal Roberto Sukerman remarcó que “el Concejo debe recuperar sus facultades para debatir y establecer las mejores políticas para el sistema de transporte”. “Hoy por hoy, gracias al socialismo y sus aliados, la intendenta puede modificar la tarifa a su antojo, y en realidad la discusión debe pasar por otras cuestiones, como por ejemplo cómo mejoramos el servicio. Necesitamos un debate político y no una mera discusión tarifaria. No puede ser que un gobierno supuestamente progresista piense como única variable el aumento, y lo peor es que los hacen desde hace 20 años”, analizó.
