Gerardo Martino no dejó tema sin tocar en la conferencia de prensa que entregó ayer en Bella Vista. El Tata habló del cotejo de mañana ante Racing, ponderó el recambio al que tuvo que apelar por las bajas del plantel en el torneo y se mostró orgulloso porque sus jugadores no perdieron de vista el objetivo principal pese a que el equipo marcha puntero.
“Racing ha intentado encontrar su mejor forma de equipo a lo largo del campeonato. Empezó de una manera y en las últimas fechas cambió un poco, no tanto en el dibujo táctico, pero sí en las características de sus jugadores. También obtuvo buenos resultados y eso siempre fortalece. El equipo tomó confianza en su juego y creció mucho”, dijo el Tata sobre la Academia.
—Luis Zubeldía dijo que imaginaba a Newell’s manejando la pelota y a Racing esperando. ¿Le creés?
—Yo siempre sospecho de lo que me dicen. En el fútbol te volvés un poco desconfiado. De todas maneras, Racing ha hecho eso en los últimos partidos: replegarse porque se nota que se siente cómodo saliendo de contragolpe. También es cierto que se armó para ser campeón. Es muy difícil que un equipo contrate siete u ocho jugadores de los más buscados en el mercado y no piense en pelear el campeonato, por más que no lo exteriorice. En función de eso y siendo local, tampoco tengo la certeza que vayan a esperar demasiado y nos cedan el protagonismo.
—¿Van con dos resultados válidos? ¿El empate les sirve?
—Nunca pensé en plantear un partido con el mensaje hacia los jugadores de que el empate es bueno. No sabría cómo exponerlo. Lo que sí puede pasar es que los rivales no superen, como ha pasado, y que por eso terminemos valorando el empate. Pero si me pongo a analizar en lo que fehacientemente nos favorece en este partido en función del futuro, lo único es el triunfo.
—Se habla de un duelo de candidatos y hasta de una final anticipada. ¿Es difícil para los jugadores no tentarse en pensar así cuando en realidad no se define nada?
—Es que falta mucho, medio torneo. El partido es atractivo, sin dudas, y llama la atención. Después, hay algunos rótulos que se le ponen a los partidos que supongo tienen que ver con que al fútbol se lo debe vender y esa debe ser la forma. Es un partido entre dos equipos que están haciendo, en medio torneo, bien las cosas. Pero no me animaría a decir mucho más que eso. Más que candidatos, creo que se enfrentan aquellos equipos que en la mitad del torneo están, circunstancialmente, en el primer y segundo lugar.
—Tus jugadores no han modificado para nada el discurso pese al momento del equipo.
—No saben la satisfacción que siento cuando escucho a mis jugadores y noto dónde están enfocados. Yo no les digo lo que tienen que decir, pero si coincidimos, mejor. En el fútbol no hay que perder la memoria. La selección argentina es un ejemplo de todo esto. Hace un año escuchábamos que el mejor jugador del mundo y seguramente de todos los tiempos (Messi) era discutido por cómo cantaba el himno. Y hoy escucho lo que se dice sobre ese mismo jugador y me pregunto quiénes eran los que hablaban mal antes. En el fútbol hay que escuchar y respetar a todos, coincidir o no, pero los protagonistas no pueden perder la memoria para saber quién fue, cuándo fue, cuándo lo dijo y cómo lo dijo. No para refregarlo, sólo para acordarte de eso en la época buena y saber en qué lugar poner las opiniones de cada uno.
—Tuviste muchas bajas en el torneo por distintos motivos y tuviste que apelar al recambio obligadamente.
—Siempre hay que resolver estas cuestiones que se van presentando. Hay dos puntos esenciales respecto a esto: tener un buen plantel y, sobre todo, tener a todos los jugadores listos. Si este fuera un grupo en el que sólo están bien los once que juegan, sería muy difícil encontrar reemplazos. Y la realidad es que los que entraron han rendido muy bien y demostraron en cada partido en el que les tocó entrar estaban preparados.
—¿Cómo hacés para mantener motivados a jugadores que en el torneo pasado tuvieron mucho rodaje y hoy no? ¿Te ayuda el momento del equipo?
—Es mucho más fácil tener entusiasmados a los jugadores cuando los resultados acompañan porque el entrenador no tiene que dar tantas explicaciones. De todas maneras, este es un grupo que desde siempre se mostró muy predispuesto y que entiende que los entrenadores tienen que tomar decisiones en las que sólo importa el beneficio del equipo. No hay ninguna mala intención ni favorecimientos. Seguramente, a algunos le guste y a otros no. Pero cuando hay relación de confianza y amplio conocimiento de cómo funciona el cuerpo técnico se puede soportar un poco mejor esas decisiones que, muchas veces, hasta son injustas.