La Ciudad aún no se había repuesto del anterior temporal del lunes pasado, que nuevamente la naturaleza le jugó una mala pasada y provocó un terrible diluvio.
A diferencia de la anterior tormenta, esta vez el Servicio Meteorológico Nacional había alertado con anticipación el fenómeno que se desató a partir de las 16 horas y que aún sigue en vigencia.
Como sucede casi siempre que llueve, las calles de Palermo fueron las primeras en sentir la caída del agua. El epicentro fue la esquina de Santa Fe y Humboldt.
La lluvia provocó accidentes en los principales accesos a la Ciudad. De hecho, la Dirección Nacional de Vialidad decretó una alerta vial y cerró por algunos minutos el tránsito en las autopistas. Ahora, el tráfico está abierto pero es muy intenso.
Las dos empresas distribuidores de energía que brindan servicio en la Capital Federal informaron que decidieron interrumpir momentáneamente el servicio para evitar.
El gobierno de la Ciudad les pidió a los vecinos que no saquen la basura con el objetivo de evitar que se tapen aún más los sumideros. Además, la Comuna activó un plan de emergencia especial para evacuar las casas que sean afectadas.
Las terminales aéreas de Ezeiza y Aeroparque también sufrieron las consecuencias de las lluvias y decidieron postergar los despegues hasta que se despeje el cielo.