La comunidad internacional seguía reaccionando este miércoles al fallecimiento la víspera del presidente venezolano Hugo Chávez, homenajeado entre otros por Irán y Rusia, dos de los principales aliados del dirigente bolivariano, y saludado por China como «un gran líder» y «un gran amigo».
«Era un hombre fuera de lo común y fuerte, que miraba hacia el futuro y que siempre fue extremadamente exigente consigo mismo», declaró el presidente ruso, Vladimir Putin, en un telegrama de condolencias.
Putin pidió a Caracas que siga «reforzando y desarrollando las relaciones entre Rusia y Venezuela», que firmaron varios acuerdos energéticos y de armamento desde 2005.
Desde Teherán, el presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, dijo que Chávez fue «un mártir por haber servido su pueblo y protegido los valores humanos y revolucionarios».
Además afirmó que el mandatario venezolano murió «de una enfermedad sospechosa», dando crédito aparentemente al vicepresidente Nicolás Maduro, que el mismo martes acusó a los enemigos del país de haber provocado el cáncer de Chávez.
Chávez, principal aliado regional de Teherán, hizo 13 visitas a Irán durante sus catorce años de poder. Ahmadinejad se desplazó seis veces a Venezuela desde que asumió el poder en 2005.
El gobierno sirio también rindió tributo a Chávez, uno de los pocos dirigentes del mundo que apoyó a Bashar al Asad ante el levantamiento que se transformó el rebelión armada.
«Chávez siempre ha apoyado los derechos legítimos árabes; también ante el complot contra Siria», indicó la agencia oficial siria SANA. El fallecido líder «expresó en numerosas ocasiones su solidaridad con la dirigencia y el pueblo sirios ante el ataque imperialista salvaje», añadió.
Por su lado, China, con quien Chávez estrechó las relaciones comerciales, saludó en el difunto presidente a «un gran líder de Venezuela y un gran amigo del pueblo chino».
El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó en cambio de forma escueta que su país apoya a los venezolanos ante el «nuevo capítulo» que se abre ante ellos tras la muerte de Chávez y reiteró que su gobierno tiene interés en «desarrollar una relación constructiva» con Caracas tras años de tirantez.
En Centroamérica, el gobierno hondureño afirmó que «el presidente Chávez fue un extraordinario líder que luchó por la integración de los pueblos latinoamericanos, legado que deja a las presentes y futuras generaciones de la región».
En México, el líder izquierdista y ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador reaccionó con un tuit: «No tuve vinculación con Chávez. Mis adversarios usaron su imagen para atacarme. Expreso mi pésame a sus familiares, amigos y a su pueblo».
«Que Venezuela defina su camino por la vía democrática», dijo de su lado el ex presidente Felipe Calderón (2006-2012), en un mensaje en Twitter.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, alabó a Chávez por enfrentar «los retos y aspiraciones de los venezolanos más vulnerables».
En Europa, Reino Unido afirmó por su parte que el presidente venezolano dejó una «huella profunda» en su pueblo «y más allá», según reconoció el ministro de Exteriores, William Hague.
El presidente francés, François Hollande, reconoció que Chávez expresaba, «más allá de su temperamentos y de sus orientaciones que no todos compartían, una voluntad innegable de luchar en pro de la justicia y el desarrollo».
Alemania, en tanto, dijo esperar la apertura de una nueva etapa en el país sudamericano, que posee las mayores reservas de petróleo del mundo.
«Cuento con que Venezuela vuelva a arrancar después de estos días de duelo», destacó el canciller alemán Guido Westerwelle.
«Venezuela tiene un fuerte potencial y la democracia y la libertad son los buenos medios para concretar ese potencial», añadió.
En el mismo sentido se expresaron congresistas demócratas y republicanos estadounidenses, que creen que la muerte de Chávez es una oportunidad de cambio para el país y para las relaciones bilaterales.
Los congresistas hispanos, en particular los cubano-estadounidenses, manifestaron en su mayoría satisfacción por la noticia.
El republicano Marco Rubio, senador por el estado de Florida, declaró: «el pueblo venezolano tiene ahora una oportunidad de pasar la página de uno de los periodos más negros de su historia».
«Hugo Chávez gobernó Venezuela con puño de hierro y su muerte ha dejado un vacío político que esperamos que sea llenado de forma pacífica y a través de un proceso constitucional y democrático», declaró el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores del Senado, el demócrata Robert Menéndez.
«Hugo Chávez era un líder que entendía las necesidades de los pobres», declaró en cambio el congresista demócrata José Serrano, del Estado de Nueva York, donde la empresa petrolera venezolana Citgo distribuye combustible para los más pobres durante el invierno.
La Unión Europea recibió «con pesar» la muerte de Chávez y dijo esperar «profundizar» las relaciones con Venezuela. «Esperando profundizar nuestras relaciones en el futuro, transmitimos al pueblo y al gobierno venezolanos nuestro sincero pésame y simpatía», señaló la misiva del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
Chávez falleció el martes a los 58 años en Caracas, víctima de un cáncer que se le diagnosticó a mediados de 2011.