Uno de los detenidos en la Alcaidía de Jefatura que presenció el incendio ocurrido el viernes pasado en el pabellón Nº 3, y resultó herido, prestó declaración ayer en su lugar de internación y confirmó que el foco ígneo comenzó en forma intencional. A su vez refirió que todo se generó luego de una discusión por un cigarrillo entre dos reclusos, entre ellos el Miguel “Japo” Saboldi. El joven, que se recupera de las quemaduras que recibió en brazos y piernas a consecuencia del fuego, dio su versión ante funcionarios judiciales que se trasladaron hasta el hospital donde judicializaron sus dichos. Según fuentes del caso lo expresado por el recluso no respalda la versión brindada por Norma Acosta, viuda de Saboldi, quien endilgó públicamente el deceso de su marido al intendente de Villa Gobernador Gálvez.
Durante la mañana de ayer personal de Juzgado de Instrucción 5ª, junto con la fiscal Viviana Baliche, se presentó en el Hospital Centenario, donde se encuentra internado uno de los lesionados en el incendio que se desató en la Alcaidía emplazada detrás de la Jefatura rosarina. El joven realizó un relato de lo vivido esa fatídica mañana y sostuvo que todo se inició luego de un entredicho que un interno mantuvo con Miguel Ángel Saboldi, alias Japo, por un cigarrillo, cuando el segundo se negó a seguir abasteciendo al otro detenido.
Allí hubo un cruce de palabras con insultos incluidos y la posterior retirada del primer interno hacia su celda. Este joven, según apuntó el testigo y víctima del incendio, había llegado al penal ubicado en avenida Francia al 5000 en la mañana del jueves, y desde un comienzo comenzó a molestar a varios de los internos, a quienes constantemente les pedía cigarrillos, remarcó.
Posteriormente, el “interno de los cigarrillos” regresó con otros y comenzaron a incendiar colchones y colocarlos frente a la celda donde estaba el Japo, lo que detonó el desastre, repitió una fuente judicial.
El muchacho internado en el hospital ubicado en Urquiza y avenida Francia afirmó además que, cuando ocurrió el cruce entre ambos internos, decidió recluirse en su celda, que también fue tapada por colchones encendidos. Primero intentó quedarse dentro de su celda, pero cuando vio que se asfixiaba, salió y llegó hasta la reja de ingreso al pabellón, que se encontraba cerrada. Ante esto, se introdujo en otra celda lindera, donde se resguardó, relató.
El detenido refirió además que el fuego fue iniciado en forma intencional en un sector distinto del pabellón donde se encontraba el Japo, primer fallecido en el hecho, y sostuvo que si bien escuchó que Saboldi había sido apuñalado, él no observó esa circunstancia.
A su vez explicó que el anafe donde se estaban cocinando tortas fritas, acción previa al incidente fatal, que fue señalado en un principio como el generador del incendio, era eléctrico y no a gas, por lo que no emitía llama.
La versión de este detenido, sien no avala los dichos de Norma Acosta, esposa de Saboldi, que sostuvo que su ex pareja fue asesinada por encargue del intendente de Villa Gobernador Gálvez por cuestiones políticas y del “Pollo” Bassi.
Acosta había sostenido además en su declaración ante el Tribunal que un allegado al interno que habló ayer le dijo que se quedara tranquila que este recluso (por el declarante) iba a confirmar sus dichos, aunque ello no sucedió ya que el muchacho se refirió a la mecánica del hecho, explicó la discusión previa al incendio y en ningún momento nombró a Pedro González ni a Luis Bassi.
El confuso episodio tuvo lugar la mañana del viernes pasado cuando un incidente terminó con un incendio y la vida de 3 presos.
El primer muerto fue Miguel Ángel Saboldi, alias Japo, detenido una semana antes en un allanamiento en una chacra de Alvear donde se encontraron cocaína, marihuana, varios vehículos, dinero en efectivo y armas.
Al día siguiente y a consecuencia de las lesiones sufridas murió Guillermo Benavente, un pesado de barrio Tablada detenido por el homicidio de Ariel “Pochocho” Ruiz, mientras que el tercer fallecido fue identificado como Darío Escobar, que tenía quemaduras en un 90 por ciento del cuerpo y una herida punzo cortante en el hemitórax izquierdo. En principio éste sería el único de los tres fallecidos que presenta heridas de arma blanca en el cuerpo, señaló un portavoz.
Aún se encuentran internados y en recuperación en diversos hospitales otros ocho internos con quemaduras de distinta consideración.