José Ignacio De Mendiguren, titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), aseguró que la brecha entre el dólar oficial y el blue demora la inversión, ya que «el que tiene que traer dólares a Argentina, espera», porque no reconoce que el tipo de cambio es de $ 5,23. Por ello, «una mayor demanda aumenta la inflación o va a importaciones».
«Una brecha que se mantiene en el tiempo trae problemas sin lugar a dudas. A todos les cuesta traer dólares de inversiones a un tipo de cambio que no le parece el real. Por otro lado, uno que trae insumos importados empieza a tomar precauciones», afirmó el industrial.
Por su parte, aseveró a Radio Mitre que «no hay justificaciones técnicas para que el dólar esté alrededor de los $ 10. Tampoco la gente reconoce que es el de $ 5. Esta brecha demora inversión. El que tiene que traer dólares a Argentina, espera. Una mayor demanda que hay en el país entonces va a inflación o a importaciones».
Sobre la economía, criticó que «el problema que estamos teniendo es una pérdida de competitividad imortante. Debemos encarar la batalla de la competitividad». Especificó por ello que «hay q atacar de manera sistemática profunda con medidas q no sean homeopáticas, que se abarque a todo. El tipo de cambio queda como la única solución».
«¿Que pasa cuando usted no lo ataca en forma sistemática? Tiene problemas de competitividad en la logística, el transporte, la energía. Hoy cada municipio inventa un nuevo impuesto porque no recauda», ensayó De Mendiguren.
«Históricamente, cuando todas las pequeñas cosas se empiezan a sumar y hacen perder competitividad en forma grave, ahí se recurre a la magia, que son la devaluación o el endeudamiento. Cuando uno toma este tipo de medidas sin atacar lo otro, mejora la situación, pero al otro día vuelve a generar la próxima devaluación o el próximo endeudamiento», recalcó. Aún más allá, criticó que «ahora no da la sensación de que se está entendiendo el problema».
Respecto a las nuevas herramientas Cedin y Baade, De Mendiguren aclaró que «hay dos temas distintos. Una es la eterna discusión sobre la ética del blanqueo de capitales. Con respecto al bono en particular, queremos analizar en cuánto puede ayudar a reactivar a dos sectores importantes, el de la construcción y el energético, porque estamos teniendo inconvenientes y vemos que hay dificultades de financiamiento».
