La expectativa es enorme. Los nervios se multiplican minuto a minuto. Las boleterías colgaron por tercer partido consecutivo el cartel de “todo agotado”. Ya no hay dudas que Newell’s y Boca afrontarán hoy el partido más importante del año, al menos hasta hoy.
A nadie le sorprendió que se agotaran las entradas con anticipación. El lunes los hinchas liquidaron gran parte de las plateas y ayer arrasaron con el resto de las generales. Igual a lo que sucedió el domingo, aunque con la diferencia que en este cotejo copero todos tuvieron que pagar una general de 100 o 120 pesos, o una platea que iba de 150 a 430 pesos.
No importó el bolsillo. Tampoco a los hinchas de Boca que reventaron los 4.500 generales, que se distribuyeron por ranking, como sucedió hace una semana con la parcialidad leprosa.
Esta vez no habrá guerra de ranking, aunque nadie duda que el cotejo romperá con todas las marcas porque la expectativa es enorme. Por suerte para Lanata, el partido va un miércoles…
Enfrente también habrá dos estilos definidos. El Newell’s del Tata Martino, elogiado por propios y extraños, priorizando el buen trato del balón, inclusive tomando riesgos desde la salida de Guzmán y con jugadores de la jerarquía de Maxi Rodríguez, Bernardi, Heinze y por supuesto Nacho Scocco.
Boca, por su parte, presenta un currículum copero que impone respeto. Con un Bianchi que sabe del paño y con un Riquelme que se siente cómodo en este tipo de finales.
Por razones lógicas la serie está abierta. El resultado deportivo es incierto. Lo que está garantizado es la fiesta. La que vivirán las 40 mil almas que reventarán el Coloso del Parque. Con nervios. Con expectativa. Sabiendo que es una final. A todo o nada.
