El presidente de Independiente, Javier Cantero, consideró hoy que las agresiones que sufrió él y su Comisión Directiva en la frustrada Asamblea de Representantes de Socios de ayer estaban «preparadas» y no fueron espontáneas.
«Es obvio que todo esto estaba preparado. Había ex directivos que estaban abajo dando instrucciones, la barra estaba una parte adentro y otra afuera. Los Moyano (en referencia a los dirigentes sindicales Hugo y su hijo Pablo), que dijeron que había que pedir mi renuncia, no vinieron a ninguna Asamblea», se quejó Cantero.
La Asamblea de socios que el viernes por la tarde debía desarrollarse en la sede de Avellaneda, la primera luego de producirse el descenso de Independiente a la B Nacional, se suspendió antes de comenzar por las agresiones de un sector de la barrabrava del club a Cantero y otros dirigentes de su CD.
Cerca de veinte personas, una de ellas identificada con una gorra del sindicato de Camioneros, invadieron el piso del gimnasio Radrizzani y lanzaron sillas contra el presidente y sus pares de la CD, que abandonaron el lugar en un clima de extrema tensión, sin presencia policial.
«Cuando entré y ‘tiré’ la carpeta, como dicen, el ambiente ya estaba mal. Ya le habían pegado una trompada a Pedro Larralde (secretario general del club). Yo lo quiero como un hijo, estaba muy lastimado y no se merecía una agresión así. Yo estaba enojado por el clima, no había policía», contó Cantero a TyC Sports.
«No vamos a renunciar, ahora menos que nunca. No le voy a entregar el club a los violentos. Es más, voy a identificar a los agresores para echarlos de Independiente», prometió anoche.
En ese sentido, el dirigente ratificó que va «a seguir al frente del club» y avisó que ya tienen «a todos los agresores identificados».
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