El fin de los reabastecimientos de combustible:
Se trata del gran envite para las escuderías en esta temporada 2010. Los reabastecimientos, practicados entre 1993 y 2009, estarán en lo sucesivo prohibidos. Los monoplazas tendrán que completar las carreras sin añadir gasolina. Esto acarrea lógicas consecuencias.
En primer lugar, naturalmente, los equipos han tenido que cambiar la capacidad de los depósitos de combustible, que de 120 litros han pasado a los 240. Esto ha obligado también a rediseñar los monoplazas, que ahora son un poco más largos.
La Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha impuesto nuevos neumáticos, más delgados los delanteros, lo que modifica la estabilidad de los coches. Los F1 de 2010 son más pesados y distintos para pilotar. Los pilotos disputarán las clasificaciones con un peso mínimo de combustible.
Además, comenzarán las carreras con los últimos neumáticos utilizados en la clasificación y con el depósito de gasolina lleno. El impacto de estas medidas sobre el espectáculo está aún por verificarse.
Cambio del reparto de puntos:
Al ganador de cada carrera se le adjudicarán 25 puntos, 18 al segundo, 15 al tercero, 12 al cuarto, 10 (5º), 8 (6º), 6 (7º), 4 (8º), 2 (9º) y 1 (10º), mientras en 2009 era de 10-8-6-5-4-3-2-1.
Abandono tácito de los Kers:
Presentado como la mayor revolución de la temporada anterior, el Kers, un sistema que transforma la energía de los frenajes en caballos de fuerza suplementarios para la aceleración, se convirtió en un problema de índole financiera para las escuderías que no supieron o pudieron aprovecharlos.
Sólo Ferrari y McLaren utilizaron este plus de potencia, que sobre todo ayuda en los adelantamientos en la pista, pero como contrapartida el sistema es muy pesado, por lo que tampoco se ha revelado indispensable.