Chile puso en marcha anteayer la Operación San Lorenzo destinada a mantener en las mejores condiciones posibles, con ayuda de expertos de la agencia espacial estadounidense Nasa, a los 33 mineros atrapados en una mina en el norte del país, mientras avanza una gigantesca perforación para rescatarlos.
Eso mientras los dueños del yacimiento comparecieron ayer voluntariamente ante una Comisión del Congreso que investiga el accidente y pidieron disculpas públicas en el inicio de la sesión (ver aparte).
Los trabajos de rescate se iniciaron la noche del lunes luego de que comenzó a perforar la roca la máquina Strata 950, que debe realizar un gigantesco ducto de 700 metros de extensión por el cual emergerán los mineros en tres o cuatro meses más.
En su avance la máquina realiza un orificio de unos 33 centímetros que luego de llegar a su objetivo será ampliado a casi el doble haciendo retroceder el trépano hasta la superficie, con lo que el ducto tendrá la dimensión necesaria para permitir la ajustada salida de los trabajadores.
La faenas están muy bien “encaminadas”, dijo el presidente Sebastián Piñera, quien reafirmó ayer que su gobierno hará todos los esfuerzos para rescatar con vida a los mineros.
“Nuestro gobierno, tal como lo dijo desde el primer día, ha hecho y va a seguir haciendo todos los esfuerzos humanamente posible para rescatarlos con vida”, detalló.
El mandatario confirmó además el trabajo en paralelo de una segunda máquina que ampliará un tercer ducto que comunica a los mineros con el exterior, como un plan alternativo de rescate.
“Además de esta máquina Strata 950, otra máquina viene en camino y va a permitir escarear (ensanchar) la perforación que hizo una de las sondas para ir ampliando la sección de esa perforación y tener una alternativa para el rescate de nuestro mineros”, señaló.
Uno de los ingenieros que participa en las labores señaló que la máquina en funcionamiento acumulaba un avance de cinco metros, ya que en el inicio las labores deben hacerse con más precisión.
“Esta máquina en el primer período tiene que hacerlo con una alta precisión para tener éxito en la labor que va a desarrollar”, señaló Jorge Sanhueza.
Según las especificaciones técnicas, la máquina avanza de 15 a 20 metros por día.
La operación de rescate implica también el mantenimiento en las mejores condiciones posibles del grupo de mineros en el interior del socavón, donde se hallan sin contacto con la luz solar, con alta humedad y temperaturas que bordean los 30º C.
En estas labores el gobierno chileno cuenta con la ayuda de dos médicos, un psicólogo y un ingeniero experto en logística pertenecientes a la agencia espacial estadounidense Nasa, arribados ayer a Chile.
Según un reporte oficial, cinco mineros presentan aún problemas digestivos debido al largo período de inanición que debieron enfrentar después de 17 días en que no se tuvo contacto con ellos.
Tras una primera etapa centrada en la hidratación, lentamente se les comenzó a enviar alimentos sólidos. Ayer les fueron enviadas raciones de yogurt con cereales, sándwiches de jamón y de mermelada, mientras que a partir de hoy se les enviará por primera vez comida caliente.
A los mineros que solicitaron cigarros se les enviaron parches de nicotina y un parte médico oficial indicó que “el grupo se encuentra estable desde el punto de vista psicológico y sólo ha habido algunos casos puntuales con alteración del sueño a los cuales se les está realizando manejo a través de ejercicios de respiración”.