Una investigación conjunta entre la Fiscalía provincial y federal por el incremento de la violencia entre bandas que se disputan el territorio para el narcomenudeo salió a la luz a principios de este mes con un megaoperativo que implicó 86 allanamientos en localidades del departamento Rosario y San Lorenzo. La pesquisa duró un año y confirmó que las órdenes para cometer extorsiones armadas, amenazas, homicidios, usurpaciones y organizar la venta de drogas –la mayoría focalizada en zona oeste– se daban desde la cárcel. Para los fiscales, Ariel «Guille» Cantero está en la cima de la organización y en la coordinación está su ladero Leandro «Pollo» Vinardi. En la audiencia imputativa de este miércoles, el fiscal provincial Pablo Socca, de la Unidad de Balaceras, acusó a 16 personas de pertenecer a una subestructura que desplazó a sangre y plomo de barrio Godoy y Villa Nueva a las facciones que respondían a Esteban Alvarado. En la acusación, el fiscal los sindicó como integrantes de una asociación ilícita, describió la presencia de al menos tres puntos de ventas de drogas y enumeró un intento de usurpación, un ataque contra una vivienda y un homicidio.
La audiencia de este miércoles estuvo presidida por la jueza Paula Álvarez y los acusados fueron identificados como Jonatan Camino (hermano de Pablo: un hombre de Los Monos preso en Piñero tras ser condenado por los crímenes de Andrés Farías y Rubén «Tubi» Segovia), Brian Méndez, Manuel «Carita» Martínez, Silvana «Jakie» Oviedo (pareja de Pablo Camino), Valentín Camino, Mirco Gruning, Martín Giménez, Franco Cecchini, Maximiliano Trovatto, Federico Buono, Gonzalo Urquiza, Mario Díaz, Brian Muñoz, Vanesa Galván, Sheila Martínez y Erica Mansilla.
El fiscal Socca describió en la imputación que la banda era liderada por Jonatan Camino, a quien llamaban Amigo, y junto con su cuñada Jakie Oviedo eran los encargados de impartir las órdenes que su hermano Pablo daba desde el penal de Piñero.
A su vez, las personas de confianza eran Brian Méndez (preso e imputado desde el año pasado por los crímenes de Nicolás «Nikito» Ríos y el almacenero Matías Fernández) y Carita Martínez, quienes se desempeñaban como el brazo armado de la organización.
Los otros implicados tenían diferentes roles: desde regentear búnkers, esconder armas, trasladar a los tiratiros hasta acercar las amenazas a las víctimas.
El dato es que de los 16 implicados, 12 están detenidos desde finales del año pasado, aunque la escalada de violencia no se reduce en el territorio.
Extorsión, balaceras y homicidio
Para la Fiscalía, esta asociación funcionó desde marzo de 2020 hasta el 1º de octubre cuando hicieron una requisa en la celda de Pablo Camino y le secuestraron su celular. En esta fecha también fueron atrapados los otros miembros de la banda que estaban en libertad y que se dedicaban a cometer diversos delitos para dominar la zona de barrio Godoy y Villa Nueva.
Socca le atribuyó a Jonatan ser el jefe junto con su hermano Pablo y cometer la tentativa de usurpación de una vivienda de Deán Funes al 7100, en la que una familia tuvo que soportar amenazas, tiroteos contra el frente, saqueos y robos desde septiembre del año pasado hasta mediados de éste cuando la propietaria sucumbió al apriete y le pagó con dinero en efectivo junto a dos autos. A las víctimas, Jonatan les exigía que entregaran la propiedad por una deuda de un hijastro de la dueña de casa, llamado Leonel Catán, de 29 años, a quien mataron a tiros en febrero de 2019 en Las Palmeras.
También quedó acusado del tiroteo contra una casa de Saavedra al 3700 sobre la que dispararon siete veces, y de ser el instigador del crimen de Nicolás «Nikito» Ríos, el adolescente de 17 años asesinado de un tiro en la cabeza la noche del 21 de septiembre de 2020 en Barra y 27 de Febrero.
Nikito había sido atacado cinco días antes, el 17 de septiembre, en Garzón al 2600, donde vive Joel L., sindicado como el jefe de la gavilla rival a los Camino, pero se salvó de milagro. El día que mataron a Nikito, la casa de Joel también fue acribillada.
Los pesquisas indicaron que en esos cuatro días hubo cruces violentos entre las facciones, ya que el 19 de septiembre también cometieron un ataque a balazos contra el frente de la casa de Carita, en Amenábar al 6100. En noviembre de 2020, Brian Méndez quedó detenido por el crimen de Nikito.
Por la tentativa de extorsión contra la familia de Deán Funes al 7100 también fueron acusados Jakie Oviedo, Valentín Camino y Carita Martínez, mientras que Vanesa Galván fue sindicada por amenazas, ya que le acercaba los mensajes de sus jefes.
A su vez, los otros integrantes de la banda se dedicaban a acatar las órdenes de las primeras líneas, ya sea en la custodia de las bocas de expendio de drogas –que están en Campbell al 3400, Fraga al 3000 y en Rouillón al 3900–, cometer amenazas armadas, atacar a otras bandas, trasladar a Méndez o Carita para cometer los ataques o para guardar las armas.
Tras escuchar a las partes y en una audiencia que terminó pasadas las 22, la jueza Álvarez dictó la prisión preventiva por el plazo de ley para Jonatan Camino, Brian Méndez, Manuel «Carita» Martínez, Silvana «Jakie» Oviedo, Valentin Camino, Mirco Gruning, Martin Giménez, Federico Buono y Erica Mansilla.
En tanto, para Franco Cecchini, Maximiliano Trovatto, Gonzalo Urquiza, Mario Díaz, Brian Muñoz y Vanesa Galván dispuso 60 días de prisión y para Shelia Martínez ordenó la libertad tras el pago de una fianza de 100 mil pesos.