Hay crímenes que por su ferocidad son capaces de poner en rojo el termómetro de indignación incluso en una ciudad como Rosario que desde hace ocho años parece estar sumida en un torrente de violencia con víctimas fatales casi a diario. Como la matanza de una familia cometida este sábado por la madrugada en un camino rural de Ibarlucea. Las tres víctimas, un matrimonio de treintañeros y una beba de un año, salían de un casamiento celebrado en un country cuando fueron interceptadas por los ocupantes de una camioneta y acribilladas sin piedad. El incendio del auto de las víctimas y dentro el hallazgo de la mujer calcinada coronaron la acción criminal, cuyos móviles aún se desconocen.
Macabro triple crimen en Ibarlucea: mataron a un hombre, una mujer y una beba de un año
Minutos después de las 4, Maximiliano Iván Giménez y Érica Vanesa Romero decidieron emprender el camino de regreso a Rosario junto con su beba Elena. La pareja había pasado la noche en salón de fiestas Campos de Ibarlucea, con motivo del festejo del casamiento de los novios Esteban –alias Pinky– y Brisa, una mujer que, según informes policiales, estaba cumpliendo arresto domicilio en una vivienda de barrio Tablada por una causa federal.
La pareja invitada salió del predio de 25 de Mayo al 5300 –ruta nacional 34– y sobre ese corredor fue emboscada por los ocupantes de una Volkswagen Amarok de donde partieron disparos. No está claro cómo ocurrió y según se prevé las cámaras de seguridad arrojarán algo de luz al respecto, pero Iván Giménez y su hija Elena fueron socorridos por otro invitado que los subió en una camioneta y los trasladó hasta al Hospital Eva Perón, donde llegaron fallecidos. El hombre tenía alrededor de 13 orificios y la beba un balazo en la cabeza. En el sitio del ataque había vainas 9 milímetros, dijeron fuentes judiciales.
En medio de ese caos se reportó más tarde el hallazgo del Audi TT en el que iban las víctimas en una zona rural cuyo punto de referencia es el cruce de Avellaneda y Urquiza, jurisdicción de Roldán. A 2.5 kilómetros de distancia del tiroteo. Entre los restos del automóvil quemado dieron con el cuerpo calcinado de la mujer, cuya identificación formal aún resta llevarse a cabo.
Los investigadores no tienen dudas de que se trata de Érica Romero, que tenía 39 años. No trascendieron versiones certeras sobre cómo llegó la mujer allí, si fue raptada en su propio auto o ya estaba fallecida y el incendio fue un mensaje mafioso o un acto para borrar evidencias.
Durante la mañana los investigadores de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el fiscal Gastón Ávila recolectaron testimonios y buscaron cámaras para orientar la pesquisa.
Según fuentes del caso, Giménez estaría vinculado con el rubro panificación y tenía 33 años. Las personas a entrevistar son invitados a la boda, familiares de las víctimas y allegados. ¿Fue un ataque dirigido a la pareja o para quebrar a allegados? ¿Los seguían o alguien que estaba en la fiesta los entregó? Algunas de las preguntas sin respuestas en medio del mar de especulaciones sobre lo injustificable: el balazo en la cabeza de la beba y una familia que fue borrada del mapa en segundos.
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