Policiales

Un clan ultraviolento

Familiares de Brandon Bay otra vez en la mira: imputan a la madre y hermanas por asociación ilícita

La madre del líder de Los Gorditos está sindicada como la jefa de la asociación ilícita que heredó de su hijo y se dedica a toda clase de delitos, pero que se sustenta con la venta de drogas. Dos hermanas y tres allegados también fueron apresados. Hay tres policías en la mira por cobrar coimas


La jornada arrojó un nuevo capítulo en la saga criminal que tiene como protagonista a Brandon Gabriel “Gordo” Bay, un convicto de 26 años que en julio fue trasladado desde el penal provincial de Coronda al federal de Marcos Paz. Es un joven conocido por liderar la banda Los Gorditos, que años atrás supo asolar la Villa Flammarión y Fuerte Apache, en la zona sudoeste. Y por estar mencionado en el caso de los dos cuerpos que aparecieron descuartizados en barrio Saladillo, un año atrás. Tres fuerzas policiales llevaron a cabo doce allanamientos que culminaron con nueve personas detenidas, entre ellas la madre y dos hermanas de Brandon, el secuestro de drogas y tres policías en la mira por beneficiar a integrantes del grupo facilitando inclusión de documentos falsos en un acta, según el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Dos de los efectivos fueron apresados y el restante prometió entregarse por connivencia con esta organización. La complicidad policial con el clan Bay no es nueva: en julio de 2020 un suboficial del Comando Radioeléctrico (CRE), primo de Brandon, fue detenido acusado de proveer drogas y protección a la banda. Ese mismo invierno pasó lo mismo con dos uniformados de San Lorenzo, ciudad donde Los Gorditos supo recalar en 2019, desatando una ola de violencia a pedido de Brandon, que daba órdenes desde su celda, bajo una estrecha relación con el clan de La Granada, de Ariel “Guille” Cantero. 

De voz gruesa (“pareciera que se hace gárgaras con tachuelas”, a decir de un detective) y oriundo de barrio Saladillo, Brandon Bay empezó a hacerse conocido a fines de 2015 en un sector del sudoeste. Quedó detenido en 2017 en el marco de un megaoperativo de la Policía Federal y más tarde firmó una condena por acuerdo de partes a 10 años y 6 meses como jefe de una asociación ilícita.

Junto con él sonaban nombres como Federico Igarabide y Alan Estrella, también condenados en 2019 en procedimientos abreviados como laderos de Los Gorditos. “Entraban a patadas en las viviendas de sus vecinos y los amenazaban de muerte. Esto pasaba en Tiro Suizo y Fuerte Apache y lo repetían todas las veces que fuera necesario hasta que lograban echarlos. Después, las ocupaban para usarlas para búnkers o para juntar y fraccionar los estupefacientes”, comentaban entonces investigadores sobre el accionar del grupo.

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Sin embargo, Brandon siguió activo desde su celda, como lo evidenció una investigación con eje en la ciudad de San Lorenzo de los años 2019 y 2020. Según la pesquisa, al rearmar la banda se propuso copar la venta de drogas al menudeo y sembrar el caos entre los transeros locales –cuya plaza de venta gozaba de un tenso equilibrio– para desplazarlos con sangre y fuego y así montar su negocio.

A partir de la evidencia recolectada, Brandon sumó imputaciones por los crímenes de Gerardo “Pecho” Pérez, Brian “Runi” Sánchez y Rodrigo Gigena, cometidos en 2020 en la localidad del Cordón Industrial.

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Brandon fue otra vez imputado en diciembre de 2020 por asociación ilícita junto con sus hermanas Aldana y Flavia, y Sebastián Aguirre y Claudio Ríos. En el marco de una investigación por delitos violentos en la zona sur instruida por los fiscales Valeria Haurigot y Pablo Socca, surgió una pista que lo relaciona con los asesinatos de Jorge David Giménez, de 29 años, y Víctor Martín Baralis, de 44, cuyos cuerpos descuartizados fueron hallados al lado de un contenedor de basura el 21 de diciembre de 2020 en barrio Saladillo.

“Escuchame, de paso van a buscar el tornado y matamos a un par de zombies, me voy a llevar a uno. Te mando un video con una motosierra fíjate cómo lo voy a cortar en pedazos, bien a lo mexicano le voy a dar”, señaló la escucha, el único elemento que lo vincula con el escabroso doble crimen, insuficiente para formular una acusación formal, a juicio de los fiscales.

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Nuevo capítulo

Los allanamientos de este martes llevados a cabos por personal de la División de Investigaciones Complejas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), la Delegación Tribunales (Brigada NN) y la Agencia de Control Policial (ACP) pusieron foco en familiares directos de Brandon, que –por ahora– quedó fuera de nuevas acusaciones.

De los seis civiles detenidos, una fue su madre, Érica Altamirano, apresada por efectivos de la AIC en un pasillo de Dinamarca 555 bis, pleno arrabal de barrio Saladillo. La mujer será imputada este jueves como jefa de una asociación ilícita por el fiscal Pablo Socca, de la Unidad Fiscal de Balaceras.

De ese domicilio y de un búnker de Presidente Roca y Paraguay, los efectivos se incautaron 103 municiones calibre 9 milímetros, 80 calibre 22, 70 cartuchos de escopeta calibre 12/70, 952.000 pesos, dos balanzas de precisión digitales, elemento para fraccionamiento y estiramiento de estupefacientes, dos ladrillos de marihuana, una bolsa de picadura de cannabis y un ladrillo y cuarto de cocaína de máxima pureza con el sello de una corona. Además, 248 envoltorios de cocaína, precisaron voceros policiales.

“La madre tiene a los hijos presos, se hace cargo de las criaturas; los yernos están presos, por eso ahora maneja las cosas ella con Brandon”, deslizó un investigador que ya en otras ocasiones investigó a Los Gorditos.

En total fueron 12 allanamientos y el resto de material secuestrado es tres motos y alrededor de 20 teléfonos celulares, confiaron fuentes policiales.

Los detenidos son parte del clan familiar de Brandon: además de su madre, cayeron sus hermanas Giuliana y Flavia Belén. Los demás aprehendidos son Jorge N., Ricardo Daniel A. y Mabel A. Según fuentes del caso, había tres prófugos. Una es Aldana Jaquelina Bay, considerada por investigadores la hermana “picante” de Brandon.”

“Se van pasando la posta. Ahora creo que ya no les queda nadie de confianza”, se esperanzó un investigador judicial al valorar los resultados del nuevo golpe al remanente de Los Gorditos.

A partir de lazos familiares, los investigadores sostienen que este clan ultraviolento es una organización que opera con la anuencia territorial de Los Monos. Sobre todo por la presencia en el organigrama del grupo de Diego Bay, tío de Brandon y ex pareja de Vanesa Barrios, quien es la esposa del Guille Cantero.

Diego Bay firmó, en marzo de este año, un acuerdo abreviado a 3 años donde se responsabilizó de ser quien manejaba el dinero de la organización y decisiones vinculadas al control territorial como la provisión de municiones, siempre en busca de la expansión territorial para la venta de drogas, que es el sustento del accionar ilegal de la banda liderada por su sobrino.

La pata policial

De la investigación encomendada por Socca, se desprendieron hechos de corrupción policial, por lo que personal de la ACP detuvo a dos uniformados de la fuerza de seguridad santafesina pertenecientes a la Unidad Regional II con asiento en Rosario, describieron fuentes del caso. Un tercero, que estaba en la ciudad del norte santafesino de Ceres, comunicó que se va a entregar, añadieron.

Los primeros indicios de la corrupción policial, dice Fiscalía, surgieron con una escucha telefónica en la cual Érica Altamirano ofrecía primero, y aseguraba haber entregado luego, 50 mil pesos a un suboficial de la comisaría 32ª de Rosario, identificado como Axel T., para fraguar actuaciones policiales con el objetivo de blanquear la posesión de un auto por parte de Flavia Bay y Luis Saucedo, detenidos por el Comando Radioeléctrico el 9 de septiembre último por personal de esa seccional. El vehículo tenía pedido de captura por una denuncia de robo.

Además de Axel T., quedaron involucrados el oficial Hugo F. y la suboficial Magalí C. A los tres se les endilga habilitar, con permisos de llamados telefónicos, el pago de la coima y la inclusión de documentación apócrifa en el acta remitida a Fiscalía a fin de que los detenidos quedaran libres.

El apellido Bay llamó la atención de personal judicial, y como el teléfono de la madre de Brandon ya estaba intervenido, quedó expuesta la maniobra de corrupción.

Los uniformados serán acusados de los delitos de cohecho pasivo, incumplimiento.de deberes de funcionario público, encubrimiento agravado y falsedad ideológica de instrumento público, adelantó una fuente fiscal. Mientras que a Erica Altamirano y a Luis Saucedo los acusarán de cohecho activo.

La complicidad policial con la banda de Brandon no es nueva. Su primo Lucas Gonzalo Romero, suboficial del CRE, está imputado desde julio de 2020 por proveer drogas y armas, brindar cobertura e incluso filtrar información, delitos que quedaron evidenciados en escuchas entre los familiares.

El narcopolicía que le proveía drogas y le daba protección a la banda criminal de su primo Brandon

El 9 de junio de 2020 también fueron acusados dos policías de la comisaría 7ª de San Lorenzo por aportar cobertura a esta gavilla. Fueron el comisario de la seccional, Raúl Omar Alberto Fleitas y su sumariante, Marcelo Álvarez, imputados por tenencia de arma de fuego de guerra, dos hechos de tenencia de arma de uso civil, encubrimiento e incumplimiento de los deberes de funcionario público, en el marco de la investigación por los crímenes de Pecho Pérez y Runi Sánchez.

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