El Juzgado Civil y Comercial Nº5 de Rosario oficializó la quiebra del financista, empresario inmobiliario y ex concesionario del puerto de Rosario Gustavo Shanahan. La resolución N° 1808 del 11 de octubre pasado lleva la firma del juez Iván Kvasina y fue publicada en la edición del miércoles del Boletín Oficial de la provincia.
Shanahan tenía innumerables frentes abiertos en el fuero civil y comercial. Hasta el momento la mayoría de las medidas cautelares en su contra las venía levantando vía firma de convenios, como las que se acumularon en los juzgados 10 y 18, entre otros.
Si bien en el Boletín Oficial sólo se publica la parte resolutiva, en los días previos se daba por sentado que el juez Kvasina haría lugar a la quiebra pedida por el agente de Bolsa Daniel Nassini, por una acreencia de 25 mil dólares, si se quiere un monto “insignificante” en relación a los negocios de Shanahan.
En los últimos tiempos el financista sumó el pedido de quiebra del fondo fiduciario del desarrollo inmobiliario Los Pasos, un barrio privado pegado al Jockey que no llegó a concretarse. Shanahan fue el fiduciario hasta 2011, cuando los restantes inversores lo corrieron porque dejó de poner el dinero comprometido y el loteo, de 190 hectáreas, no podía avanzar al no concretarse las obras de infraestructura básicas, según informó el portal Punto Biz. También se lo acusó de trasladar deuda personal al pasivo del fondo.
El empresario supo tener la mayoría accionaria de Terminal Puerto Rosario SA, concesionaria de los muelles multipropósito I y II. Con respecto a esto, en septiembre pasado el nombre de Shanahan apareció en la prensa española, concretamente en el diario El Mundo, en cuyas páginas el empresario rosarino ventiló presuntos negocios sucios de su ex socio en el puerto, el catalán Jordi Pujol (h). “Jordi metió de golpe los 12 millones de dólares en negro”, le contó al periodista. Según su relato, el hijo del ex presidente catalán usó el puerto rosarino para blanquear dinero.
En una segunda entrega del periódico, Shanahan contó que también se había lavado dinero español en Argentina a través de la sociedad que él y Pujol formalizaron con el empresario ibérico del juego Artur Suqué para quedarse con la construcción y concesión de los casinos de Santa Fe y Melincué.
