Tres hombres y una mujer fueron imputados este jueves por el crimen de Carlos Argüelles cometido tres días atrás en su taller mecánico. La víctima tenía estrecho vínculo con el ex convicto por robo de autos y sindicado narco Esteban Alvarado. El mecánico fue imputado, y según voceros del caso había acordado tres años de prisión en un convenio abreviado que faltaba homologar, en la causa por asociación ilícita que Alvarado comandaba y por la que está a un paso del juicio oral y público con un pedido de prisión perpetua. La Fiscalía explicó que la víctima pidió declarar en la pesquisa y brindó información clave sobre la organización y algunos homicidios que se le atribuyen al capo, lo que agravó la situación procesal del célebre acusado y de uno de sus laderos, Mauricio Laferrara, sindicado sicario del grupo, entre otros integrantes. Para el MPA este es el móvil del crimen del mecánico, con lo cual son tres los ex laderos del jefe ultimados tras intentar alejarse de su influencia: a Carlos Argüelles se suman Nicolás «Fino» Ocampo, asesinado en abril pasado, y Rodrigo Sánchez, ultimado en marzo de 2020.
En una audiencia virtual desarrollada este jueves, fueron imputados Lautaro A., Maximiliano Oscar M., Aldana Victoria P. y Rodrigo V., de 44 años. El cuarteto fue detenido a unos 15 minutos del crimen en pasaje Villar y Chacabuco, en barrio Tablada, a bordo de un auto Volkswagen (VW) Fox rojo cuyas características coinciden con el utilizado en el hecho.
No era la primera vez que atentaban contra la vida de Argüelles. En enero pasado fue baleado cuando circulaba con su familia en un auto en cercanías de su taller. Por este hecho hay varios detenidos. Esta vez el crimen se concretó.
Tres imputados por el ataque a tiros al mecánico de Esteban Alvarado
El lunes 6 de septiembre pasado cerca de las 16.50 llegaron a bordo de un automovil VW Fox rojo de la que se bajaron dos hombres y una mujer en el taller de la víctima, ubicado en Garay 3572. Pidieron un presupuesto por un abollón que el coche tenía en una de sus puertas. La víctima salió a ver el trabajo que había que hacer y les dijo que les iba a pasar un presupuesto. Cuando los visitantes iban a subirse al auto uno de ellos sacó un arma de la cintura y le pegó dos tiros en la cabeza y otro en el abdomen a Argüelles, de 46 años, contaron los fiscales.
El crimen se cometió ante la presencia de testigos. El hijo de la víctima contó que dos de estas tres personas habían ido el último sábado (jornada en la que estaba prevista la conclusión la audiencia preliminar contra Alvarado y otros integrantes del grupo, que finalmente fue postergada) para pedir un presupuesto por un trabajo de pulido. Según la Fiscalía se trataba de Aldana P., de 27 años, y Lautaro A., de 19. El joven le dijo que volvieran luego porque su padre no estaba.
El día del crimen volvieron estas dos personas cerca de las 14, siempre según la teoría fiscal. Nuevamente fueron atendidos por el hijo y pidieron presupuesto por un trabajo; les dijo que el padre no estaba, que volvieran más tarde. A las 16.52 regresaron en el Volkswagen Fox rojo.
Según la Fiscalía, Maximiliano M., de 29, como conductor, Aldana P. de acompañante y los otros dos atrás. Cuando detuvieron el vehículo en el taller, Maximiliano M., Lautaro A., Aldana P. se bajaron y pidieron presupuesto para arreglar la puerta de atrás del coche. Cuando se iban Lautaro A. sacó una pistola y disparó contra Argüelles dos tiros en la cabeza y uno en el abdomen, dice la acusación. En el lugar quedaron 5 vainas servidas calibre 45 milímetros y un plomo deformado.
Los agresores se subieron al auto y se fueron por calle Garay y luego tomaron San Nicolás al norte, contaron los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra. Los cuatro fueron detenidos en pasaje Villar y Chacabuco arriba de un auto VW Fox rojo. Los imputaron por el delito de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas agravado por el uso de arma. En el caso de Lautaro A. como autor y el resto como partícipes primarios. Según la teoría fiscal, el crimen tiene vinculación con la declaración que prestó la víctima en la causa que lo tenía como imputado.
Asesinaron a un testigo clave de la causa contra Esteban Alvarado: su ex mano derecha
El móvil
Hicieron referencia a una captura de pantalla que acompañaron como evidencia donde se observa a Maximiliano Laferrara y a Esteban Alvarado en la misma celda de la cárcel de Marcos Paz, en la audiencia preliminar iba a tener lugar el sábado previo al crimen. A partir de allí los acusadores armaron una serie de vínculos entre personas que están detenidas.
Dijeron que el crimen de Argüelles es el final de una saga de atentados. Este hombre imputado como parte de la asociación ilícita encabezada por Alvarado pidió declarar como imputado colaborador y allí brindó una serie de elementos. La declaración luego sirvió para la acusación y para esclarecer algunos homicidios.
El testigo clave vinculó a Alvarado con el atentado al Centro de Justicia Penal y contra una empleada del MPA. En cuanto a Laferrara, lo vinculó con el secuestro (en barrio Cabín 9) y crimen de Cristian Enrique, cuyo cuerpo fue encontrado el 10 de noviembre de 2019 en un zanjón en Soldini, y el triple homicidio de los hermanos José «Grasita» y Ezequiel «Parásito» Fernández y Gerardo Abregú, alias Abuelo, cometido en abril de 2018 en Granadero Baigorria. Fue una «información importante» que sirvió para incriminar a estas y otras personas, contaron los fiscales.
Dijeron que Aldana P. ya había sido detenida junto con Andrés Bladimir «Colo» N., imputado en el primer atentado contra Argüelles, en enero pasado. Este hombre está alojado en la cárcel de Piñero con Dardo Ariel B., pareja Aldana P., a quien visita allí.
Este hombre está en el mismo pabellón que Alejandro «Chucky Monedita» Núñez, imputado como instigador del primer ataque contra Argüelles y las personas imputadas en ese atentado. También se encontraba Mauricio Laferrara, quien fue trasladado a Marcos Paz para la audiencia preliminar y actualmente se encuentran su padre Jorge Laferrara y su hermano Miguel Ángel Laferrara, contó Edery.
Esteban Alvarado y cuatro de sus laderos en carrera al juicio oral: hay pedido de prisión perpetua
Para la Fiscalía, evidentemente desde ese lugar salió la primera orden de atacar al testigo clave y es el lugar desde donde se ordenó el homicidio de Argüelles. Dijeron que desde al menos octubre que querían atentar contra la vida de este imputado colaborador.
Los funcionarios del MPA sostuvieron que las cuatro personas que estaban en el auto participaron en el hecho, que se cometió a las 16.52 del pasado lunes, cuando entró el primer llamado avisando el hecho y fueron detenidas, según dijeron, en cuasi flagrancia.
Concluyeron que está demostrado que la organización cuenta con recursos: cuando se detuvo a un combo de personas, como dicen ellos, para matar a una persona, se consiguió otro con la misma cantidad de gente que consumó el hecho. Por eso, los fiscales pidieron la prisión preventiva para el cuarteto.
La defensa de la mujer, a cargo de José Ferrara y Alejandro Caniglia, pidió un arresto domiciliario al sostener que su clienta tiene un hijo lactante y cuestionaron la teoría fiscal, mientras que el defensor oficial Gonzalo Armas, a cargo de la representación del resto de los imputados, dijo que no hay evidencia de peso que vincule a su pupilo Rodrigo V. con el hecho.
“No está en nada”, dijo el defensor. Replicó la teoría respecto del tiempo transcurrido entre el hecho y la detención, dijo que no fueron 15 minutos sino 25, en los que su defendido pudo haber subido a ese auto, y pidió la revisión de unas cámaras de seguridad de la zona sur. Además, cuestionó la mecánica del hecho en cuanto a los roles, al recordar que sólo hay un dermotest positivo en cabeza de la imputada, que choca contra la teoría de que el tirador es Lautaro A.
Evaluado el pedido de medida cautelar, el juez Gustavo Pérez de Urrechu resolvió disponer la prisión preventiva de los cuatro imputados por el plazo de ley, teniendo en cuenta que si en el plazo de 6 meses la Fiscalía no presenta acusación o una salida alternativa las defensas prodrán solicitar la revisión de la cautelar.
