Claudio Javier «Morocho» Mansilla se sentó el 22 de junio pasado en el banquillo de los acusados en un juicio oral en su contra por un doble homicidio. En ese primer día de juicio oral, la Fiscalía pidió 25 años de cárcel por matar a los tiros a los adolescentes Leonel Bubacar y Kevin Neri en septiembre de 2018. Cinco días después, junto a otros siete presos, protagonizó una fuga cinematrográfica de la Unidad Penal 11 de Piñero. Con apoyo externo, que incluyó el uso de armas de grueso calibre contra los celadores que custodiaban el lugar y una amoladora con la que cortaron los alambrados, se evadieron del lugar. Para los investigadores, Morocho Mansilla es el ideólogo de la fuga y actualmente permanece prófugo. Ello no evitó que el juicio en su contra continuara y este martes el tribunal que presidió el debate lo condenó a un cuarto de siglo de prisión.
El 24 de septiembre de 2018 un adolescente llegó hasta una casa ubicada en un pasillo de Lima al 2100 a buscar a Leonel “Ozuna” Bubacar, de 18 años, y Kevin Neri, de 16. El chico hizo salir a las víctimas hasta el ingreso del pasillo y apenas pisaron la vereda, fueron atacadas a tiros por los ocupantes de un auto.
Unos quince balazos hicieron blanco en los cuerpos de los adolescentes. Neri murió en el lugar y Bubacar a poco de ingresar a la guardia del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca). Al día siguiente, en un auto conducido por otro adolescente un hombre llegó al lugar y disparó contra los familiares de las víctimas e hirió a uno de ellos.
Para la Fiscalía, el sospechoso de apretar el gatillo, provocar la muerte de Bubacar y Neri y protagonizar la balacera posterior a los familiares de las víctimas fatales fue Morocho Mansilla, de 38 años.
El hombre fue detenido durante un allanamiento en Capitán Bermúdez en diciembre de ese 2018 no sin antes golpear al personal policial que había ido a arrestarlo. Cayó en la casa de su pareja Jésica Daniela “Fea” González, quien cumple prisión domiciliaria. Según la investigación del fiscal federal Javier Arzubi Calvo, un grupo de personas que vendían drogas al menudeo en Venado Tuerto se abastecían de los estupefacientes en ese domicilio de Capitán Bermúdez, donde habita la Fea González y fue detenido Mansilla en 2018. A su vez, esa propiedad fue baleada en febrero pasado con más de 40 disparos. Los investigadores además la ligan a otra organización criminal liderada desde la cárcel por René “Brujo” Ungaro.
Otras causas
El hecho que estuviera tras las rejas no fue un obstáculo para Morocho Mansilla, cabecilla de una banda con asiento en barrio Santa Lucía. Para la Fiscalía desde su lugar de encierro pagó 100 mil pesos para matar a Mauricio Gómez. El chico fue asesinado el 26 de abril pasado en Colombia al 500 bis. Le dispararon desde un auto.
Como autor material fue detenido Ulises Nicolás O. y Mansilla terminó imputado como instigador del crimen. Escuchas telefónicas lo ligaron como quien ofreció dinero para llevar adelante la ejecución.
Aunque este no es el único hecho donde su nombre quedó vinculado. También está nombrado en el cirmen de Iván “Diente” Leguizamón cometido el 11 de septiembre pasado en Colombres y calle 1709 y el tiroteo que ocurrió durante su entierro en el Cementerio La Piedad donde un muchacho recibió un impacto en la cabeza y salvó su vida de milagro.
El juicio
Morocho Mansilla fue sometido a un debate oral y público que comenzó a finales de junio pasado donde la fiscal Marisol Fabbro lo acusó por dos hechos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad, abuso de armas, portación y resistencia a la autoridad. Delitos por los que pidió una pena de 25 años de prisión.
El 27 de junio, cuatro personas llegaron con armas de grueso calibre, que incluyó ametralladoras, hasta la Unidad Penitenciaria N°11 donde Morocho Mansilla estaba detenido. Abrieron fuego contra los centinelas que estaban en la garita y mientras uno de ellos cortaba los alambrados de los cercos perimetrales, los otros tiroteaban al Servicio Penitenciario hasta que se acercaron al patio del pabellón 14. En el lugar había 16 internos que le tiraban piedras a los centinelas.
Así, se escaparon 8 internos entre ellos Mansilla y en medio del enfrentamiento cayó muerto de un tiro en la cabeza uno de los que llegó como apoyo externo que se dedicó a cortar los alambrados con la amoladora. Fue identificado como Walter Soraire, de 30 años.
El resto escapó en un auto, luego los evadidos fueron separándose. Del Morocho, señalado ideólogo de la fuga, y de otros tres internos no se tiene datos a pesar de los procedimientos que se realizaron y del pedido de captura internacional que pesa sobre ellos.
Los otros cuatro fueron recapturados. Dos cayeron rápidamente, la madrugada siguiente a la evasión cuando atraparon a una mujer que huyó en un auto de un operativo policial en la ruta 14. La siguieron hasta Cabín 9 donde finalmente fue detenida. En el baúl estaban dos de los evadidos identificados como Sergio Martín Cañete, de 35, y Joel Isaías Rojas, de 25.
El lunes por la tarde cayó Antonio Schmittlein, de 40, en un camino rural ubicado entre las localidades de Carmen y Murphy. Iba en una chata con un acompañante. El cuarto, identificado como Ezequiel Romero de 20 años, se presentó con su abogado luego del allanamiento a varios domicilios vinculados a su entorno.
El fiscal Franco Carbone a cargo de investigar la evasión estima que Morocho Mansilla su pudo haber fugado a Paraguay, pues de una pesquisa que lo tuvo como protagonista se desprende que tiene contactos en ese país para proveerse de drogas. Por esto, pidió la captura internacional a Interpol y alertó a migraciones sobre los cuatro prófugos, quienes además de Mansilla fueron identificados como Martín Alejandro Cartelli (48), Alejandro Andrés Candia (35) y Daniel David Piscione (31).
La evasión generó la suspensión momentánea del juicio contra Mansilla, pero como había estado al inicio del debate y escuchó la acusación el trámite en su contra se retomó.
Este martes los jueces Hernán Postma, Nicolás Foppiani y Pablo Pinto, que presidieron el debate, resolvieron condenar a Claudio «Morocho» Mansilla a la pena de 25 años de cárcel.
Imputaron al cuarto recapturado por la escandalosa fuga de Piñero
