Néstor Andrés Arduvino tenía 18 años y vivía en barrio República de la Sexta. El lunes, no muy lejos de su casa, se juntó con unos amigos a jugar un partido de fútbol en el Bajo Virasoro, a la altura de calle Beruti. Pero antes de que empezara el picado, el chico fue víctima de los disparos que partieron de una moto que llegó en forma sorpresiva al lugar. Luego de tres días de pelearla en el Hospital Provincial, el jueves por la tarde falleció por graves lesiones en la zona del abdomen. En la andanada de disparos también fue herido su primo.
“Te nos fuiste. Por qué tan rápido, por qué así. Dejaste este dolor inmenso y nos partiste el alma. Te vamos a recordar siempre, Chinito. Jamás nos vamos a olvidar de ese niño sano, buena persona que eras. Toda una vida por delante”, fue el adiós de una allegada a Arduvino, luego de tres días de agonía.
Antes de falleciera, familiares y amigos de Néstor se juntaron en Virasoro y Beruti, junto al predio del club Porvenir. La intención de la movida era “enviarle fuerzas” y limpiar su nombre. También, para aclarar que el ataque no había sido cometido en la puerta de esa institución de barrio Tablada –como señalaron las primeras versiones–, sino en las cercanías.
“Mi hermano es una persona grosa, un chico laburante, que trabaja, estudia, deportista. Una vida normal, como cualquier otro”, así describieron a la víctima en una entrevista con Telenoche.
Y agregó su percepción del desquicio de esa tarde: “Vinimos a jugar a la pelota el día feriado y pasó una moto blanca. No sé quiénes son, no sé por qué viene el problema, y nos efectuaron disparos. Pensamos que se confundieron; le habrán pasado una «mala data» o algo”.
Por los tiros, también fue herido Leandro, primo de Néstor, en una pierna. Según los primeros indicios, los agresores se movilizaban en una moto 110.
Néstor “se ahogaba en sangre”, contó. Al chico malherido lo cargaron en una moto. Iban tres. “En el transcurso del camino, en 27 de Febrero y Necochea, veo un patrullero y le pido por favor si podían llevar a mi hermano más rápido que yo y así evitar un accidente. Me dijeron que no, que era un compromiso”.
Llegaron como pudieron al Hospital. “Lo entré a mi hermano hasta la camilla del Provincial”.
Tiempo atrás, el apellido Arduvino surgió en investigaciones policiales y también tuvo como víctimas de ataques violentos a integrantes de esa familia sobre todo en barrio Tablada. Allegados a los primos baleados el lunes remarcaron que no había conexión con esos hechos. “Quería limpiar el nombre de mi hermano, porque en el diario ponen cosas de antes relacionadas con el apellido que no tienen nada que ver”, dijo el joven sobre esas versiones.
El caso es investigado por el fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo. “Hay medidas libradas llevadas adelante por la Brigada de Homicidios vinculadas a identificar y dar con los agresores”, aseguraron fuentes judiciales sobre este crimen, el número 138 en lo que va de 2022, de acuerdo con los números oficiales del Observatorio de Seguridad Pública.
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