El thriller de acción En la mira, que se estrena este jueves en salas de la ciudad, representa el primer rol protagónico en cine de Nicolás Francella en el papel de un empleado de call center amenazado por un francotirador apostado en un edificio cercano.
Dirigido por Ricardo Hornos y Carlos Gil, el thriller de Warner sigue un día infernal de Axel, un carismático joven que atiende llamadas para una empresa de telecomunicaciones y queda como rehén de lo que pareciera ser un “justiciero cívico” harto de los impedimentos que los usuarios atraviesan a la hora de dar de baja un servicio.
Con guión de Hornos y Adrián Garelik, el largometraje puede resultar electrizante y entretenido por su buen nivel técnico, con secuencias de acción bien logradas y un tempo de tensión que se mantiene desde el nudo de la historia, llevado muy bien además por el trabajo que hace la banda sonora.
El film, que suma también las actuaciones de Gabriel Goity, Emilia Attías, Maxi de la Cruz y Paula Reca, se destaca por la actuación de Francella y buen ritmo para el género, con numerosas similitudes a lo que propuso Enlace mortal de Joel Schumacher en 2002.
La coproducción argentino-uruguaya toma elementos prestados del exitoso thriller con Colin Farrell y Kiefer Sutherland escrito por el prolífico Larry Cohen hace 20 años, en este caso sin la extinta cabina de teléfono público y limitada a una muy actual oficina de call center, compartiendo, además del siempre presente francotirador, la temática de la infidelidad y la acción en tiempo real como anclas narrativas.
“Ricardo (Hornos), que vive en Estados Unidos, ve continuamente mucho este tipo de contenido y tenía mucha idea en su cabeza de lo que quería lograr, habiendo consumido tanto todo tipo de películas estadounidenses”, dijo Nicolás Francella en diálogo con la agencia de noticias Télam sobre los elementos contenidos en el film.
Entusiasta sobre el proyecto, el actor contó que tenía “ganas de meterse en una película de este tipo de contenido y género” y que la historia, “todo el tiempo”, le generó mucho vértigo porque los directores “siempre trasladaron una idea muy clara de lo que querían contar con la película”.
Sobre su primer protagónico, el hijo del también actor Guillermo Francella sostuvo: “Lo encaré de la misma forma que encaro siempre todos los proyectos. Y me sentí muy contenido por los productores, que tienen muchísima experiencia y rodajes importantes en su haber. Y también por los directores y por la historia. Así que tenía que fluir e ir encontrando cómo contar la película. Fue un rodaje muy agradable, más allá de lo intenso, y muy lindo, con un equipo casi ciento por ciento uruguayo”.
Además, el actor confió que conoce del género ya que vio varias películas relacionadas con la trama que tuvo que interpretar. “Vi muchas películas de este género; me acuerdo de una con Jake Gyllenhaal y otra con Ryan Reynolds, que pertenecen a este código de encierro y de tensión y adrenalina”, evocó.
Consultado sobre qué fue lo que le resultó más complicado de ese registro en el que tenías que estar tensionado pero calmo tanto tiempo, el actor mencionó: “Lo que más me costó fue no tener la suerte de poder filmar una película cronológicamente. Soy bastante aferrado a las notas personales para escribirme las continuidades de todo tipo. Si uno está haciendo una película de otro estilo, quizá es un poco más fácil acordarte más o menos de dónde venís y para dónde vas. En este caso, el personaje necesitaba un in crescendo pero no tuvimos suerte con lo cronológico por un tema de locaciones y múltiples motivos. Y eso era lo más difícil: no perder ese timón de ir in crescendo. No pasarme en determinado momento para no quedarme corto después en otro lado, no explotar antes porque se necesita que explote en otra parte. Eso era lo que más me costaba y por lo que más obsesivo me ponía para ver si estaba en el lugar correcto o me estaba desviando un poco”.
Y agregó: “En un momento en la película hay un click y pasa algo grave pero el personaje no se puede desbordar y debe permanecer inteligente y calculador porque no le puede ganar la presión de la situación. Esa es la empatía que aparece por el personaje, que tiene que resolver y que cuidar a mucha gente. En ese momento aparece lo heroico y tiene que mantener una frialdad y una inteligencia que pocas veces se puede”.
Quien tiene en vilo la vida de su personaje es el interpretado por Gabriel Goity. Francella comentó cómo fue la interacción con el talentoso actor más allá de ser todo de manera telefónica: “Tratamos de ser muy cuidadosos con la tecnología porque era elemental para que tuviera un buen sonido en el oído, tenía audios grabados de Goity hablándome. Y muchas veces tengo escenas largas, con mucho texto, y no podía escuchar al equipo técnico ni a nadie más. Así que todo eso fue bastante especial”.
“Me gusta mucho la película y ser parte de un proyecto así; de un género que no acostumbramos ver. Siempre la idea que tenían los directores en la cabeza quedó volcada en lo que es la película. Generar ese dinamismo, adrenalina, tensión y ese vértigo que siente el espectador, que debe estar incómodo. El tráiler genera esa incomodidad al verlo, y eso es ir por buen camino. Que te moleste un poco ver, te incomoden las amenazas. Es casi necesario que se vea en cine, más allá de que esté luego en plataforma, porque es el tipo de película que está bueno que se vea en pantalla grande. Hoy en día, la necesidad de que la gente vaya al cine es todavía más grande después de tanto tiempo parados. Es necesario que el cine tenga de vuelta un poco más de vida”, concluyó.
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