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Piden intervención del Estado

Un fallo de Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en relación con la situación de Brian F., un chico de 15 años que fue baleado y hostigado por la Policía, reclama que se garantice la protección del menor.

Un fallo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que se conoció ayer exige al gobierno argentino y santafesino la urgente intervención en un caso de violencia policial de Rosario, que tiene como víctima a un adolescente de 15 años que por su edad no es punible. Se trata de Brian Leonel F., quien en agosto del año pasado quedó al borde de la muerte tras ser baleado por un policía en el barrio San Francisquito. Desde que hizo la denuncia y su familia pidió ayuda a la Defensa pública, Brian se convirtió en un blanco constante de los uniformados de la seccional 18ª, con tres detenciones irregulares que incluyeron amenazas, golpes y balas de goma. El defensor provincial Gabriel Ganón ya había presentado ante la Justicia un habeas corpus para proteger la integridad física del adolescente y su familia, pero la solicitud fue rechazada por el juez Hernán Postma.

En diciembre, Ganón presentó ante la CIDH el caso de Brian y ayer en una conferencia de prensa se dio a conocer el pronunciamiento del organismo internacional. En concreto, la CIDH manifestó que la situación del adolescente requiere una actuación urgente del Estado argentino, “puesto que la vida e integridad de él y su familia estarían en riesgo”.

El pronunciamiento responde a los constantes hostigamientos por parte de la fuerza policial de los cuales Brian es blanco desde agosto del año pasado y de los escasos avances de la Justicia en la investigación de los hechos que lo tienen como víctima.

Todo empezó el sábado 22 de agosto del año pasado cuando Brian resultó herido en un episodio sobre el cual hubo versiones antagónicas desde un primer momento y que involucran a Hugo F., agente policial, de 51 años. Según el chico, ese día iba en moto con un amigo y el hombre le disparó desde el techo de su casa de pasaje Santa Isabel al 3500, en San Francisquito, para después bajar y dispararle varias veces más a una distancia más corta. Su amigo logró escapar y fue a buscar a su familia. Mientras, el ex policía lo arrastró hasta la puerta de su casa y, según Brian, no le volvió a disparar porque se metió una vecina. Al lugar llegó personal de la seccional 18ª, casi al mismo tiempo que la mamá de Brian, Mabel, y sus hijas. Según contaron a El Ciudadano, cuando un patrullero se llevó a Brian al hospital varias personas armaron la escena: apareció un revólver, la moto fue arrastrada desde la esquina hasta la vereda de la vivienda del tirador y para terminar dispararon con el 32 contra el frente de la casa.

La versión del policía retirado fue otra. Y también fue la única brindada oficialmente.

Primero, fuentes policiales dijeron que le disparó a Brian para defender a su yerno de un robo por parte de dos chicos. Después declaró que quisieron robarle a una mujer y que les disparó cuando se iban. Brian recibió cuatro disparos, uno por la espalda y tres a una distancia más corta. Estuvo varios días en coma y pasó dos meses internado en el Heca.

Las secuelas perduran hasta hoy en problemas respiratorios y dificultades para moverse.

La investigación recayó en la fiscal Marisol Fabbro que, a casi un año de la violenta balacera, aún no imputó al uniformado. “Como es común, el Ministerio Público de la Acusación no hizo absolutamente nada. En la investigación que tiene que llevar adelante la fiscal Fabbro el policía nunca fue imputado y no hubo ningún avance. Y esto significó que las represalias contra Brian se fueron intensificando”, dijo Ganón ayer.

Recién en diciembre, Brian declaró por primera vez ante la fiscal y contó lo que pasó. Fue el único testigo. Para la versión del policía retirado la Fiscalía entrevistó al tirador, a su hija, a su yerno y a un hombre que fue a hacer una denuncia a la comisaría 18ª por un robo anterior.

Los problemas con los uniformados no terminaron en agosto. El 22 de diciembre agentes de la 18ª allanaron su casa sin orden judicial y lo detuvieron. Para justificar su accionar, dejaron sentado que era por intento de robo de una cartera. Su mamá quiso resistir el allanamiento y también marchó presa a la 18ª. Quedó imputada por amenazas calificadas.

Los dos fueron liberados a las 14.30, la misma hora a la que tenían que presentarse en Tribunales por una la audiencia donde la defensa pública presentó un habeas corpus para cuidar la libertad de Brian. Ese día el juez Hernán Postma rechazó el pedido de la defensa y sostuvo que el menor no corría peligro. El fallo fue apelado por el Ministerio Público de la Defensa y la Cámara Penal revocó la decisión del magistrado.

En mayo, el habeas corpus iba a ser tratado nuevamente en una audiencia solicitada por Ganón, quien estuvo acompañado por representantes de la Secretaría de Niñez y el asesor de Menores Daniel Papalardo. Para sorpresa de todos, la audiencia fue presidida por el mismo juez que había rechazado el habeas corpus en diciembre. Por esta razón, Ganón solicitó su incompetencia.

A la detención de diciembre le siguieron otras dos. El 16 de enero pasado Brian volvió a entrar a la comisaría 18ª, aunque las versiones volvieron a diferir. Durante un control policial en la esquina de Amenábar y Lavalle, quisieron detenerlo. Según su mamá, el chico corrió por miedo y los policías lo siguieron y le dispararon con una Itaka con posta de goma. “Le rompieron toda la espalda”, contó Mabel. Él corrió y se metió en la casa de su hermana, en un pasillo Alsina al 3000. Los uniformados entraron y se llevaron a Brian a la rastra. “Estaba herido en la espalda y le pegaron en todo el cuerpo y la cabeza. Le decían que les dé el arma y las cosas que le había robado a una señora. Como sangraba mucho y no reaccionaba, lo llevaron al Carrasco”, contó Mabel y agregó que en ese hospital le dieron calmantes y se lo llevaron sin el alta a la 18ª, donde permaneció detenido varias horas más. En esta ocasión, el accionar del personal de esta seccional dio inicio a una investigación por violencia institucional por parte de la fiscal Karina Bartocci.

La mañana del pasado jueves 28 de abril Brian fue arrestado por uniformados de la seccional 18ª. La detención recién fue informada a la Fiscalía 13 horas después, bajo la acusación de una tentativa de robo. Según su mamá, fue golpeado en el calabozo y cuando lo subieron al patrullero los agentes le preguntaron si él era Brian Maciel, un adolescente que, al parecer, estaban buscando. Maciel era uno de los mejores amigos de Brian y horas más tarde, durante la madrugada del viernes, fue asesinado de un disparo en la espalda por otro policía retirado que declaró que el chico le quiso robar.

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