Al menos cuatro de las 11 armas secuestradas el miércoles pasado en una vivienda de Empalme Graneros debían estar bajo custodia de la Policía, cuya sección Balística fue inspeccionada por la Fiscalía que además secuestró los teléfonos móviles de sus responsables. Por la tarde de este viernes, un uniformado que revestía en esa división fue allanado en su vivienda y detenido, indicaron fuentes judiciales a El Ciudadano.
Las pistolas fueron incautadas el miércoles pasado por la División de Investigaciones Complejas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) en una vivienda ubicada en Garzón al 900 bis de Rosario, en la que fueron detenidas dos personas, un joven de 20 años y su madre de 45.
Desde la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos advirtieron que al menos cuatro de las once pistolas –calibre 9 milímetros, 11.25, 40 y 22– ya habían sido secuestradas en otros operativos por balaceras y debían estar bajo custodia policial. Otras fuentes estimaron que el número puede ascender a nueve armas.
Por ese motivo, los fiscales David Carizza y Matías Edery encabezaron el jueves una inspección a la Sección Balística, dependiente de la Dirección Criminalística de la AIC. La sección se encuentra en el predio que ocupa la Unidad Regional II de Policía en Francia al 5200, que un día antes había sido allanado también por un fiscal para secuestrar teléfonos policiales en una investigación por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Según indicó el MPA, en la Sección Balística se procedió al “secuestro de los celulares de los empleados policiales de dicha sección” y se dispusieron “todas las medidas de resguardo y seguridad” del material armamentístico.
Ya en la tarde del viernes las medidas continuaron con un allanamiento a un empleado de esa repartición, quien está bajo sospecha de las maniobras de corrupción, es decir permitir que las armas regresen a la calle. “Es uno de los que habría vendido las armas a esta gente (el joven detenido en Garzón al 900 bis”, confió una fuente del caso.
“Esas armas debían estar en el depósito de Balística, no hay un inventario ni un control absoluto y eso es preocupante. Hay que ver cuántas armas de las que están en este lugar se usaron en procedimientos anteriores”, dijo el fiscal Edery al programa Trascendental de LT8.
“Un secuestro de armas es muy importante, empezamos a analizar y esas armas tenían que estar en el depósito de Balística. La sección de Balística recibe las armas y hace las pericias. No había inventario ni control, no había resguardo. Tendría que haber 3.600 armas aquí, y se están contabilizando. Acá no hay un inventario ni un control absoluto y eso es preocupante. Hay que ver cuántas armas de las que están en este lugar se usaron en procedimientos”, agregó Edery.
Por el allanamiento en Garzón al 900 bis fue detenido un joven de 20 años, identificado como Omar Lautaro G., quien fue imputado este viernes por el delito de tenencia ilegítima de armas de fuego.
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