Matías Pera fue procesado por el Juzgado de Instrucción 3ª por el delito de portación de arma de uso civil. El hecho se registró en junio de 2013 en el boliche Yamper cuando fue retirado del local luego de algunos disturbios. Según la versión oficial, fue hasta su auto, extrajo un arma de fuego y amenazó al personal policial del lugar. Si bien la investigación recabó elementos para procesarlo por portación, no ocurrió lo mismo con el delito de amenazas por el que obtuvo una falta de mérito. La decisión derivó en la libertad del imputado mientras se lleva adelante el proceso. A su vez, Pera es protagonista en otra causa que se encuentra en trámite de apelación ante la Cámara Penal. En dicho expediente recibió una condena a 3 años de prisión por el ataque que sufrió Diego Panadero Ochoa en el paravalancha leproso en 2010 cuando intentaron destronarlo del mando de la barra. Esa sentencia será revisada en audiencia oral en los primeros días de octubre.
El 23 de junio de 2013 Matías Pera fue detenido durante un incidente que tuvo lugar en el boliche Yamper ubicado en calle Ovidio Lagos al 4600. Según la acusación Pera fue expulsado del local luego de producir disturbios en su interior. Lejos de retirarse del lugar, el joven extrajo un arma calibre 22 de su auto y regresó con el fin de amenazar al personal policial que hacía adicional en el lugar al grito de: “Ahora se va a pudrir todo, ahora los voy a cagar a tiros, los voy a denunciar y a dejar preso porque mi abogado es el doctor Varela”, refiere el fallo.
En su descargo Pera sostuvo que fue golpeado en el interior del local por los custodios, que continuó la Policía con la agresión, para luego esposarlo y trasladarlo a la seccional 18ª. El acusado sostuvo que el origen del problema se suscitó en la competencia que existía entre su boliche “El fin” y “La Tienda” cuyo dueño también explotaba Yamper, sostuvo.
La jueza Irma Bilotta concluyó que Pera sacó de su vehículo un arma calibre 22 con un cargador con 5 proyectiles intactos de la que no posee condición de legítimo usuario y cuya aptitud para el disparo se acreditó con una pericial balística, por lo que entendió acreditada la portación de arma de uso civil sin la debida autorización.
Respecto a las amenazas endilgadas, la jueza sostuvo que si bien no existen testigos imparciales ajenos al suceso, se infiere un exabrupto, una disputa en tono acalorado ante el intento de aprehensión llevando a improperios, insultos o expresiones verbales no queridas que carecen de intencionalidad, refiere el fallo. Y agregó que la figura de amenazas requiere en la persona que la padece sienta temor de sufrir un mal grave e inminente por lo que destacó el carácter de empleados policiales con experiencia, habilidad y destreza en el manejo de armas y refirió que los dichos del acusado a “prima facie” parecerían carecer de entidad suficiente para constituir una amenaza, refirió y dictó el falta de mérito respecto a este delito.
Por su parte, su abogado Marco Cella sostuvo la inocencia de su cliente, que actualmente se encuentra en libertad. El letrado afirmó que la causa fue mal instruida, que el secuestro del arma se realizó sin testigos, lo tildó como un típico “chivo” y solicitó el GPS del móvil policial y las cámaras del boliche Yamper.
La “entangada”
Pera a su vez enfrenta una causa por robo agravado en espectáculo público. El 4 de septiembre de 2010 durante un encuentro futbolístico entre NOB e Independiente, el líder de la barra brava rojinegra, Diego Panadero Ochoa, fue tomado del cuello por alguno de sus laderos, quienes lo golpearon y desnudaron en pleno paraavalancha. Este hecho derivó en una causa penal en la que quedaron involucrados, entre otros, Pera y Maximiliano Quemadito Rodríguez, asesinado en febrero de 2013. Por este hecho Matías Pera fue condenado a 3 años de prisión por el juez de Sentencia 4ª Julio Kesuani. Esa condena fue apelada por la defensa del ex barra y se discutirá en audiencia oral el próximo 8 de octubre.
