La feroz balacera en una plazoleta de zona sur que este sábado a la tarde se cobró la vida de una mujer de 58 años y dejó gravemente herida a su hija de 32, además de lesionar a un adolescente, sigue sumando el repudio de la sociedad rosarina. Durante la tarde de este martes se realizaron distintas movilizaciones en la ciudad.
Un grupo de familiares y allegados allegados a Claudia Deldebbio, la mujer asesinada, y de su hija Virginia Ferreyra, la bailarina de danzas árabes que lucha por su vida, se concentraron en Ovidio Lagos y Salta, de barrio Pichincha, para pedir Justicia.
“Estamos acá para que no se enfríen las cosas. Sabemos por algunas notas que hay investigaciones en curso, que el fiscal del caso está activo y queremos seguir apoyando esto”, dijo Mónica, una amiga de la familia, tras referir que “no hay ninguna explicación” para entender que Claudia haya perdido la vida y su hija Virginia haya recibido siete disparos.
“Vinimos para pedir seguridad. No queremos que a nade más le pase esto. Queremos una justicia que esté activa y que estas cosas no queden en el tintero”, dijo la joven.
Consultada sobre las declaraciones del Ministro de Seguridad provincial, quien tildó el ataque como “atroz” pero brindó cifras sobre una baja en los índices de violencia, Mónica fue contundente: “Quizás haya bajado la violencia en algunos casos, pero siete balas le tocaron a mi amiga. Y eso no le tiene que pasar a nadie. No hay nada que justifique lo que pasó”.
En tanto, vecinos del barrio Parque del Mercado se concentraron en la plazoleta Rodolfo Walsh de Isola y Maestros Santafesinos, donde ocurrió el crimen, para visibilizar el caso y exigir a las autoridades que lo esclarezcan y pongan fin a la ola de violencia que azota a la ciudad.
Estos reclamos también se replicaron este martes por la mañana cuando compañeras de trabajo de Claudia y del gremio UPCN hicieron un abrazo simbólico frente a la escuela 526 Provincia de Córdoba, de Sánchez de Bustamante al 100 bis.
Claudia se desempeñó por muchos años como personal no docente de esa institución donde una de sus compañeras la recordó: “Era una persona maravillosa, buena compañera, siempre estaba al lado de uno. No queremos ser un número más, ni para el Estado, ni para nadie».
Este lunes, una emotiva movilización tuvo lugar en la puerta del Heca, donde está internada Virginia, donde allegados y amigos de la familia realizaron un abrazo simbólico para brindar su apoyo y acompañamiento en el duro momento que están atravesando.
Según se conoció este martes, el estado de salud de la bailarina, que recibió siete disparos, sigue siendo crítico, aunque luego de una extensa operación a la que fue sometida el lunes, los médicos dijeron que tiene buenos pronósticos.
