Comisaría 12 de barrio Ludueña, en Solís y Casilda del noroeste de Rosario. Ni siquiera ahí hay seguridad: en la madrugada de este jueves, al menos tres personas arrojaron un artefacto explosivo o incendiario contra el auto de una mujer policía estacionado al frente, y el fuego alcanzó otros tres vehículos, dos de los cuales estaban secuestrados por causas penales.
El aparente blanco del ataque perpetrado por el trío que se acercó a pie hasta el lugar es el Volkswagen Gol Trend de una empleada policial que cubría el turno noche en la seccional y dijo que no acostumbraba a ir en el vehículo hasta el trabajo. Otro rodado afectado por las llamas es también de un empleado de la fuerza, un Volkswagen Corsa.
El auto particular de la mujer policía, quedó completamente destruido, mientras que otro agente policial logró sacar su vehículo mientras comenzaba a incendiarse.
Otros dos coches quemados parcialmente son un Chevrolet Cruze y una Renault Partner que estaban allí por una orden de secuestro judicial en sendas causas.
Posteriormente los atacantes fueron detenidos en otro lugar. Resultan ser dos hombres mayores de edad y un menor de 16 años.
La madre del menor detenido señaló: “Lo detuvo la policía y me lo trajeron, jamás piso una comisaria y desde las 4.30 de la madrugada estoy acá quiero que lo larguen porque no tiene nada que ver”.
No hay una sóla hipótesis del atentado: o el auto de la policía, o los secuestrados, para borrar probables indicios de algún delito.
Al lugar concurrió personal de Bomberos Zapadores, pero no pudo salvar el Trend, que quedó destruido. Los otros tres vehículos sufrieron daños de diferente magnitud.
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