El Observatorio de Medios de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Ciencia Política y RR.II. de la Universidad Nacional de Rosario realizó un análisis del comportamiento de los candidatos de las Paso durante la campaña hasta el día posterior a las elecciones. A continuación se exponen algunas tramas de la “ciberpolítica” desplegada en las pantallas de las computadoras.
El sistema de boleta única implementado en la provincia consiste en una papeleta diferenciada por colores, que incluye foto y sello partidario de cada candidato, una para cada categoría o cargo. Con este sistema, se busca evitar la lista sábana y que la elección de un postulante condicione a los que les siguen.
“Esta división por cargos a los que aspiran los candidatos –y no por partidos– pareciera desvanecerse en las cuentas de Facebook y Twitter. En innumerables publicaciones se observa que los candidatos del mismo partido se mencionan entre ellos y realizan publicaciones referenciándose. De esta manera rearman la estructura del partido perdida en la boleta única”, sostiene el informe elaborado por la UNR.
“También encontramos una intención de los candidatos de demostrar a qué línea política pertenecen –continúa–. Refiriéndose a sus compañeros, los felicitan por su trabajo y reflejan las acciones conjuntas que realizan. De este modo, las redes sociales unen aquello que la boleta única separa y, saliendo de los personalismos, cada candidato busca y fomenta el triunfo colectivo”.
Según este análisis, “las redes sociales resultan, a veces, un lugar propicio para la comunicación y el diálogo. En ellas los candidatos se exponen y se prestan a conversar con los ciudadanos. En la mayoría de los casos, se observan tres variables en los comentarios que los usuarios dejan a los políticos: 1) comentarios positivos; 2) comentarios de apoyo; 3) comentarios con pedidos de ayuda. A través de estas categorías la gente manifiesta mensajes de aliento, compañía y también solicitan, en algunos casos, ayuda para sus barrios o familias. Estas marcas del discurso están vinculadas a la afinidad de los usuarios con aquellos candidatos que siguen, así como también con su intención de voto. Las redes sociales aparecen como un espacio para que los ciudadanos muestren aquello a lo que adhieren o no y facilitan la comunicación con los referentes políticos”.
Luego, en el informe se destaca una particularidad respecto de los candidatos Miguel Del Sel y Mario Barletta: “En ellos, los usuarios se abocan a dejar críticas, e incluso insultos, a los cuales los políticos no responden”.
En cuanto a las respuestas a los comentarios, “se destaca el caso de Roberto Sukerman (uno de los candidatos a intendente por el FPV), quien mantiene una presencia activa en las redes y responde a la mayoría de los comentarios que lo interpelan. Este candidato se diferencia, en medio de una mayoría que sigue utilizando las redes sociales con la lógica de los medios masivos –mensajes de uno a muchos–. Sukerman, en cambio, es consciente de que la comunicación en medios sociales es de muchos a muchos”.
El análisis del Observatorio de Medios repara luego en los casos de “voto cantado, proscripciones y compra de sufragios, de larga historia en el país”. Y enseguida plantea el interrogante: ¿qué sucede en la actualidad con el uso de las redes sociales y la instantaneidad de las publicaciones de los usuarios mostrando su apoyo?
“En esta oportunidad, desde el Observatorio encontramos que el candidato a concejal Juan Monteverde (Frente Ciudad Futura), el último domingo, bajo la veda electoral, realizó retweets de ciudadanos que manifestaban haberlo votado. Aún no existe regulación para este tipo de situaciones”, se hizo notar.
El estudio indica después que “la manifestación de su elección por parte del ciudadano en las redes sociales, tomada por el candidato ¿es voto cantado?, ¿es publicidad para el candidato?, ¿es el final del voto secreto? Lo que podemos observar, a esta altura, es que los medios sociales son un espacio importante para las campañas políticas y vienen a replantear algunas cuestiones relacionadas al proceso electoral”.
Denuncias y sospechas
El trabajo universitario expresa en otro tramo que “una denuncia de una ciudadana, que dijo haber visto boletas y material electoral tirado en un container, cambió el panorama de los candidatos elegidos y no elegidos para el 14 de junio (fecha en la que se realizarán las elecciones provinciales). La denuncia llegó al Frente Social y Popular, que tomó fotos de lo ocurrido y denunció en Facebook y Twitter las irregularidades vistas frente al Colegio María Auxiliadora de la ciudad de Rosario (San Juan entre Presidente Roca y Paraguay)”.
Y sigue: “Anteriormente, la precandidata a concejala Celeste Lepratti, del Frente, había denunciado irregularidades en el escrutinio al ver, en la madrugada del lunes, que en las últimas 54 mesas no había obtenido ningún voto. Esto perjudicaba su resultado final por no llegar al porcentaje de 1,5 por ciento del padrón, que para la categoría concejal representan 11.735 votantes. Este hecho, sumado al anterior, resultó en una grave denuncia de fraude, como así lo expresan los precandidatos perjudicados, a la que se sumaron otras coaliciones políticas. Pronto estas denuncias fueron levantadas por los medios tradicionales y llegaron a la opinión pública. Las redes sociales se transformaron en la prueba de estos hechos”.
El informe señala que “en Facebook los ciudadanos comentan y evidencian la denuncia de que su voto no fue aún contado, con imágenes que muestran la notificación del tribunal electoral cuando fiscalizaron las mesas donde votaron: ‘El telegrama de la mesa solicitada no fue recibido para el Escrutinio Provisorio’. Evidencias que nadie puede borrar ni dejar pasar”.
Ya con los resultados provisorios sobre la mesa, el informe del Observatorio concluye que “no se puede establecer una correlación directa entre la actitud de los candidatos en
las redes sociales y los resultados que obtuvieron. Consideramos que la comunicación política es un fenómeno mucho más amplio y complejo, que incluye la acción territorial de los candidatos, su entorno, las campañas en medios tradicionales, en vía pública, entre otros factores que contribuyen al resultado final que vimos en estas elecciones”.
Por último, enfatiza que “de lo que sí estamos seguros es de que, cada vez más, los políticos están presentes en las redes sociales donde convergen sus públicos específicos.
Y, en este sentido, Facebook y Twitter aparecen como nuevos modos de comunicación para llegar a los ciudadanos. Territorio, el de las pantallas, que cualquiera que aspire a la función pública debe aprender a habitar”.