Especialistas se mostraron preocupados por el consumo por parte de algunos adolescentes del Viagra, nombre comercial que recibe la droga Citrato de Sildenafil, utilizada para el tratamiento de la disfunción eréctil. Los licenciados María Beatriz Müller y David Mazzitelli, integrantes de la Asociación Civil Salud Activa, advirtieron que el medicamento no fue pensado para esa franja etárea y resaltaron que es “imprescindible de la prescripción médica para su utilización”.
Sobre por qué los adolescentes, para quienes no esta destinado el producto, recurren a él, los especialistas afirmaron que la respuesta se puede pensar “desde distintos puntos de vista”.
“Uno que resulta fundamental, es que los adolescentes son la caja de resonancia de la sociedad, y no podemos entenderlos por fuera del contexto sociocultural de la época”, analizaron.
En ese sentido, comentaron que “la divulgación publicitaria que ha tenido esta sustancia desde los medios masivos de comunicación y desde internet, han hecho que sea un producto ofrecido indiscriminadamente, hasta en los transportes públicos, por parte de vendedores ambulantes, desconociéndose la necesidad imprescindible de la prescripción médica para su utilización”.
“Esta misma sociedad post moderna, que empuja al consumo y al placer sin dilaciones, le dice a los adolescentes que ellos «todo lo pueden», que no hay límites para la felicidad, y que si se tiene tal o cual objeto, se es una persona exitosa y feliz”, enfatizaron.
“Los adolescentes, que comienzan a transitar los caminos del crecimiento que sigue a la infancia, signado por la exploración del mundo extra familiar, de un cuerpo que cambia más rápido de lo que la psique lo puede procesar, se ven también confrontados con la sexualidad y los nuevos vínculos amorosos. En medio de esto, y con lo atemorizante que resulta el movimiento exploratorio en la adolescencia, el Viagra se presenta como el objeto que vendría a salvarlos del desencuentro amoroso”, evaluaron, según un cable de NA.
Los miembros de Salud Activa –entidad sin fines de lucro– definieron al Viagra, como “una especie de pastillita de la felicidad, que permitiría ir más allá de los límites, y que permitiría vencer todo tipo de inhibiciones sexuales, asegurando un supuesto éxito y performance sexual, que se supone el otro (sociedad) desea”.“Los padres pueden ayudar a sus hijos en esto, si pueden escucharlos y hablarles sin pretender convertirse en un par. Sin empujarlos a actos para los que no están preparados, que hablan más de la necesidad de los adultos de afirmarse en cierta posición, que de la necesidad de los hijos”, señalaron.
Por tal motivo, aconsejaron “acompañar a los jóvenes en el transito por la adolescencia”, lo que “implica también ayudarlos a tolerar las frustraciones, pero esto, es algo que los propios padres también deben poder soportar, asumiendo también ellos, que se hace mucho más lo que se puede, que lo que se quiere”.
“Recordemos que no hay nada más desestabilizador para un adolescente que un adulto incapaz de ocupar su rol como tal”, concluyeron.
El Citrato de Sildenafil es “un potente vasodilatador que “provoca al sistema nervioso parasimpático causando la liberación de Oxido Nítrico en el cuerpo muscular del pene. Esto genera una reacción enzimática que produce una relajación muscular (vaso dilatación), lo que conlleva un mayor flujo de sangre y por consecuencia la obtención de una erección”, explicaron Müller y Mazzitelli.