Después del recambio legislativo, el kirchnerismo (junto a los aliados) despertó una ley relevante que la oposición en el Congreso mantuvo dormida durante un año y medio cuando era mayoría. Se trata de la medida que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de papel para diarios, un insumo esencial para los medios gráficos. La norma fue aprobada la semana pasada por el Senado, con 41 votos a favor (FPV, Nuevo Encuentro y Movimiento Popular Neuquino) y 26 en contra (radicalismo, FAP y Peronismo Federal), además de las abstenciones. “El proyecto que regula el acceso al papel para diarios establece igualdad de condiciones para todos los medios de Argentina, ya que hasta el momento no era así por el monopolio que ejercen los diarios Clarín yLa Naciónen Papel Prensa”, consideró el ingeniero Pablo Ceriolli, integrante del directorio de la empresa en representación del Estado nacional.
Papel Prensa SA, cuya planta industrial está radicada en San Pedro (Buenos Aires), es la única empresa que produce en el país pasta celulosa para fabricar papel de diario, distribuirlo y comercializarlo en lo que se conoce en términos económicos y jurídicos como una compañía monopólica. Además, Clarín yLa Nación, con mayoría accionaria en la firma desde la época de la dictadura, determinan a quién le venden, cuánto y a qué precio.
El Estado posee una participación del 27 por ciento del capital accionario de Papel Prensa, menos del uno por ciento cotiza en Bolsa, mientras que la sociedad del capital privado se divide en dos: un 50 por ciento para Clarín y un 22 por ciento paraLa Nación. Lafirma tiene diez directores: tres por el Estado y siete por el sector privado.
“Se trata de que todos los diarios tengan la posibilidad de acceso a un recurso estratégico en igualdad de condiciones, como es el papel de diarios. Así como la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual permitió el acceso al espectro radioeléctrico, si acá no se permite el acceso igualitario al papel las desventajas que hay son muy grandes”, dijo Ceriolli a El Ciudadano.
La aprobación de la medida fue celebrada por la mayoría de las publicaciones gráficas del país, sobre todo por diarios cooperativos. “Las dificultades para acceder a la producción de papel y el encarecimiento permanente de los costos condicionan el acceso a la información del conjunto de la población”, señalaron desdela Federación Asociativade Diarios y Comunicadores Cooperativos dela República Argentina(Fadiccra). En tanto, y como ya sucedió con la ley de medios, Clarín yLa Naciónanunciaron que buscarán declarar inconstitucional la norma sancionada por ambas cámaras parlamentarias, argumentando que el gobierno busca “venganza, censura encubierta y condicionamiento a la libre expresión”.
Para Ceriolli, “hay una ecuación muy fácil para desmentir la postura de estos dos grandes grupos económicos cuando dicen que abastecen a todos los diarios: Argentina consume unas 250 mil toneladas de papel de diario; Papel Prensa produce 170 mil, con lo cual no está todo el mercado abastecido. Es decir, el mercado está abastecido en un 60 por ciento, pero Clarín yLa Naciónse proveen en un ciento por ciento, y el déficit se produce en el resto de los diarios que ni siquiera tienen cupos de papel y muchas veces se ven obligados a importar”.
El proyecto para establecer un marco regulatorio a la producción del papel para diarios fue enviado al Congreso por el Ejecutivo en septiembre de 2010. Al mismo tiempo,la Secretaríade Comercio Interior elaboró y presentó el informe “Papel Prensa, la verdad”, donde con voluminosa documentación se revela que “las autoridades de facto que usurparon el poder el 24 de marzo de 1976 adoptaron la determinación, al conocerse la muerte de David Graiver, de disolver el grupo económico que este encabezaba, obligando a sus herederos (privados de la libertad, situación que puede encuadrarse en la figura de delito de lesa humanidad) a transferir las empresas que lo conformaban”.
“La presidenta, cuando presentó el informe de Papel Prensa, dividió el tema en dos”, indicó Ceriolli, y continuó: “Por un lado, un proyecto de ley para democratizar el acceso al papel de diarios, y por otro investigar el pasado de la empresa, que tiene que ver con la apropiación ilegal de las acciones de Papel Prensa por parte de estos grupos económicos. Este tema, que está enla Justiciapenal, apunta a esclarecer cómo Clarín yLa Naciónse quedaron con la empresa en la época de la dictadura, utilizando métodos de represión”. Hay una foto que congeló el acto de traspaso de Papel Prensa, corte de cintas mediante, donde Ernestina Herrera de Noble, titular del grupo Clarín, brinda con Jorge Rafael Videla, presidente de facto.
“Este tema ya viene generando resistencia. Las reuniones de directorio en la empresa tienen un grado de tensión muy alto, porque los directores del Estado estamos siendo avasallados en nuestros derechos. Pero con el nuevo marco regulatorio, ahora Papel Prensa tiene la obligación de abastecer a todos los medios gráficos en igualdad de condiciones”, sostuvo Ceriolli.