El ministro de Desarrollo Social de la provincia, Pablo Farías, reconoció ayer que la situación social de Santa Fe “es bastante mejor que la del año pasado”. El ministro aseguró que “el nivel de demanda social bajó con respecto a 2009”, y le adjudicó el mérito al “impacto que generó la Asignación Universal por Hijo”.
Farías se refirió al tema en medio de declaraciones sobre las cifras difundidas por el Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censo), que muestran una baja en los índices de pobreza e indigencia en todo el país, de prácticamente un punto en cada uno de los ítems.
Pese a la contundencia de la afirmación, el ministro también dijo en declaraciones a LT 10 de Santa Fe que “las cifras del Indec sorprenden un poco, sobre todo en los aglomerados Santa Fe y Rosario, que es la parte de la provincia que está reflejada en el Indec”. “Resultan un poco extraños algunos cambios bruscos que se producen de un trimestre a otro”, sostuvo, y sembró dudas con respecto a los datos del desacreditado organismo.
Un ejemplo de las contradicciones del organismo encargado de realizar las mediciones, para el ministro, son los índices de empleo, “que a veces suben y a veces bajan”. “Pero creo que esto puede tener que ver con la forma de medición”, aseguró.
“Más allá de las cifras en sí, recordemos que la pobreza se mide por ingresos del grupo familiar, y estamos hablando de una canasta que se calcula con un índice de inflación que todos los institutos privados serios del país reconocen que tienen una desactualización importante”, sostuvo.
Farías también fue consultado sobre la incidencia que podrían tener en la medición la cantidad de ciudadanos de otras provincias que se radican en Santa Fe capital y Rosario: “Impacta mucho en la ciudad de Rosario. Hay una gran comunidad de personas oriundas de Chaco y Formosa que permanentemente incitan a sus familiares y amigos a radicarse en las villas de emergencia de Rosario”, explicó.
Sobre la reunión que mantuvo con los cinco obispos de la provincia, junto al gobernador Hermes Binner, el lunes pasado, Farías señaló: “Los religiosos están preocupados por la continuidad de la asignación universal por hijo para los alumnos humildes que asisten a escuelas religiosas. Los obispos reconocieron la firmeza con la cual Binner discutió con la Nación cuando se cortó la asignación”.
El ministro también dijo estar “preocupado” por lo que pueda pasar a fin de año con la caída de las asignaciones familiares en los colegios privados, y confió en que la Ansés cumpla con lo prometido de “revisar uno por uno” los casos de los chicos que están en esa situación.
