“El enemigo de la Unión Industrial es el subdesarrollo, la desintegración regional, la informalidad, la competencia desleal, la pobreza, la pérdida del mercado interno y las condiciones que no favorezcan las inversión”. Al pronunciar ayer su discurso de asunción en la sede de la entidad, José Ignacio de Mendiguren, nuevo titular de la UIA, aclaró que esa entidad “no está para confrontar sino para construir”, y prometió que durante su gestión no serán “antagonistas de un gobierno, ni de un partido político ni de los trabajadores”. Las palabras del nuevo titular de la central fabril parecieron aludir a la polémica desatada entre el Ejecutivo nacional y la empresa Siderar, del grupo Techint, por la decisión de la Casa Rosada de designar más directores en las compañías donde el Estado tiene acciones.
El flamante presidente de la UIA aprovechó para impulsar la creación de un banco de desarrollo con el objetivo de “financiar la inversión de largo plazo” y la “profundización de programas como los créditos del Bicentenario”. Al asumir como titular de la UIA, De Mendiguren sostuvo: “En el corto plazo debemos trabajar para tener una legislación laboral y tributaria justa que limite la creciente litigiosidad en el empleo que sólo alimenta el flagelo de la industria del juicio”.
Además, De Mendiguren, que sucedió a Miguel Acevedo al frente de la central fabril, llamó a terminar con las antinomias entre campo e industria, entre mercado interno y mercado externo, y entre Estado y mercado. Del encuentro participaron el secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) Hugo Moyano; el presidente del banco Macro, Jorge Brito; el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, y el de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega.
El dirigente textil sostuvo que el Estado “no debe estar ni ausente ni omnipresente” y señaló que un Estado inteligente es “aquél que regula conflictos e induce al desarrollo a través de políticas públicas activas y eficientes”. De esa forma, el nuevo titular de la central fabril llamó a “terminar con las antinomias entre mercado y Estado”, al pronunciar su discurso de asunción en la entidad. De Mendiguren también sostuvo que el país puede “duplicar su producto bruto durante los próximos tres períodos presidenciales”.
“Para el 2016 estamos convencidos de que podemos alcanzar el pleno empleo y llegar a una participación del 50 por ciento del salario en el ingreso nacional”, se entusiasmó el ex ministro de la Producción de Eduardo Duhalde. Al iniciar su discurso, el industrialista dijo que su llegada a la entidad fue fruto de arduas negociaciones que se prolongaron hasta último momento, y que algunas tensiones persisten.
En rigor, trascendió en el encuentro de ayer que sectores vinculados con la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires quedaron disconformes con el armado del nuevo comité ejecutivo de la central fabril. Antes que De Mendiguren habló el presidente saliente de la UIA, Miguel Acevedo, que reemplazó a Héctor Méndez cuando renunció por las internas en la entidad antes de finalizar su mandato.