A 30 años de la aparición “oficial” de los primeros casos de VIH en el mundo (ver aparte), especialistas y dirigentes internacionales que luchan contra el sida destacaron ayer que los avances científicos y médicos sobre la enfermedad lograron convertirla en crónica y prevenible, a pesar de lo cual las cifras de nuevas muertes e infecciones continúan siendo alarmantes y un flagelo para la humanidad. El infectólogo argentino Pedro Cahn, presidente de la Fundación Huésped, aseguró que “gracias al avance de la ciencia pero, sobre todo, gracias al compromiso de quienes viven con VIH, hoy es prevenible y tratable” la epidemia del sida. “Sin embargo –aclaró– sólo en 2009 se produjeron 2,6 millones de nuevas infecciones, entre ellas 370.000 fueron niños que nacieron con el virus, y hubo 1.800.000 muertes relacionadas al sida”.
Cahn recordó que él atendió el primer caso en Argentina en el Hospital Fernández, en 1982, a un año de la aparición de la enfermedad en Estados Unidos. Desde esa experiencia marcó el contraste entre aquellos días y el presente, en el plano médico y social. “No había muchas fuentes de información, no se sabía nada y nos tuvimos que enfrentar además con escenarios de discriminación, no sólo los pacientes sino también los médicos que atendíamos el sida”, relató.
No obstante, a pesar de los 30 años de avances, la discriminación permanece: “Es un problema que al día de hoy tenemos que seguir combatiendo”.
Por su parte, Patricia Pérez, la argentina que lidera la organización internacional de mujeres viviendo con VIH-Sida (ICW), precisó que “el problema fundamental frente al VIH es que faltan recursos para combatir la epidemia a nivel mundial porque esos fondos están volcados al armamentismo y la acción bélica”.
Pérez aseguró que “nunca en la historia se lograron avances científicos extraordinarios tan rápido sobre una enfermedad”, pero esos avances “son inversamente proporcionales a la situación social, política y de los servicios de salud en el mundo”.
“Por eso tenemos una sensación agridulce de lo que está pasando –lamentó–. Porque logramos que el sida sea hoy una enfermedad cronificada, pero lo es para quienes tienen los servicios de salud al alcance y acceden a los medicamentos”.
Asimismo, destacó que “tampoco hay relación entre ese desarrollo científico y médico con la acción política de los líderes mundiales para conseguir los recursos”.
En ese marco, añadió que la gran pregunta es: “¿Dónde está el dinero del sida?”. Y sostuvo que la respuesta es que “hay que buscarlo en los presupuestos nacionales dedicados al armamentismo y acción bélica”.
Pérez, quien desarrolla a nivel mundial la campaña “Más Paz, menos Sida”, precisó que la pregunta sobre la existencia y direccionalidad de los fondos necesarios para el Sida va a ser uno de los temas del debate de la próxima reunión de Naciones Unidas, que se realizará en Nueva York esta semana.
La Reunión de Alto Nivel sobre el Sida de las Naciones Unidas (UNGGAS, por sus siglas en inglés) realizará un balance de los diez años que se cumplen de la declaración política de ese organismo internacional sobre las metas para enfrentar la epidemia.
Pérez resaltó que en la reunión van a estar presentes ministros, presidentes y primeras damas sólo de países periféricos, “lo cual es muy importante y necesario, pero los países del G-20 o G-18 tendrían que estar para darle potencia política a la lucha contra el sida, y sin embargo no van a estar”.
En este marco, la argentina Pérez se entrevistará el día previo a UNGGAS, con la ex presidenta chilena Michelle Bachelet, directora ejecutiva de ONU Mujeres, para avanzar en las acciones contra los obstáculos para luchar contra el sida.
