Al igual que el miércoles pasado, y sin dejarse amedrentar por el frío, más de mil personas se reunieron para pedir Justicia por la muerte de Leandro Zini, el muchacho de 21 años que hace diez días fue asesinado en barrio Industrial, caso por el cual hay tres adolescentes detenidos. Una marcha que abarcó unas 12 cuadras ida y vuelta por avenida Alberdi, sumó al reclamo el repiqueteo de las cacerolas, de las palmas y las bocinas que sonaban por el carril contrario, al grito de “seguridad, seguridad”. Tras la larga caminata, los manifestantes se reunieron en una esquina para hacer una puesta en común sobre los pasos a seguir. Acordaron cacerolazos populares para la semana que viene.
“El mejor homenaje para los papás de Leandro es que esto sirva para generar una situación diferente”, dijo un habitante de barrio Industrial que decidió ponerse al frente de los vecinos que ayer a las 18 emprendieron una marcha desde avenida Alberdi y bulevar Avellaneda hacia el norte, para reclamar por justicia y seguridad. Fueron más de mil las personas las que, encabezadas por los padres de Leandro Zini –el muchacho de 21 años que murió degollado durante la madrugada del 24 de julio pasado cuando quiso defender a su novia durante un robo– caminaron desde ese punto hasta el cruce de Alberdi y Génova, ida y vuelta.
“Estos chicos (por los tres adolescentes acusados de homicidio) deberían estar en una escuela adonde les enseñen las cosas, y no que ellos aprendan la vida como no es”, dijo Héctor, padre de Leandro, mientras caminaba sosteniendo un cartel que rezaba: “Justicia y seguridad en memoria de Leandro Zini”.
Las palmas no dejaron de sonar un segundo durante la larga marcha. Tampoco lo hicieron las cacerolas, los silbatos, ni las bocinas de los automovilistas que circulaban por el carril contrario al de los manifestantes.
Cerca de las 19.30, la multitud regresó al punto de partida y, reunidos alrededor de una fuente ubicada en el cruce de avenida Alberdi y bulevar Avellaneda, los manifestantes dirigieron palabras de apoyo a la familia de Leandro, a los vecinos en general, e hicieron una puesta en común acerca de los pasos a seguir en las semanas venideras.
“Pedimos Justicia, no venganza. Pedimos cambio de leyes. Pedimos que no haya otro crimen impune. Tenemos que tomar como ejemplo a los países del primer mundo, donde se juzga el delito y no la edad del que lo comete”, dijo el primero de los vecinos de barrio Industrial que, altavoz en mano, tomó la palabra.
“Si nos quedamos con miedo en casa no sirve de nada. Si las autoridades no vienen, vamos nosotros”, agregó el vecino, al tiempo que destacaba la gran cantidad de gente que decidió acercarse a brindar su apoyo a la familia Zini pese al frío.
“Leandro dio su vida inocente por cada uno de los jóvenes que están acá. Todo esto tiene que servir para algo”, dijo otro de los vecinos. “No dejemos que la semilla de Leandro quede sepultada. El mejor homenaje para los papás es que esto sirva para generar una situación diferente”, dijo a modo de cierre seguido por una ola de aplausos que hicieron llorar a Héctor.
Luego llegó la hora de las propuestas para continuar con el reclamo. La más fuerte vino de boca de otro vecino de barrio Industrial: hacer un cacerolazo popular en toda la ciudad todos los miércoles a las 18, para pedir seguridad.
“En 2001 todos salimos a la calle porque nos tocaban la plata. Ahora nos están matando a nuestros hijos. Es tiempo de que cada uno salga a la puerta de su casa a reclamar. Que todos los miércoles a las 18 Leandro reviva”, gritaron varios de los presentes en la marcha.
“Llegó el tiempo de que todos salgan a reclamar para que de una vez por todas las autoridades no nos den la espalda”, agregaron antes de dispersarse.
