Ariel Cuffaro Russo retomó ayer el diálogo con la prensa después de más de diez días de silencio mediático. Y lo hizo, entre otras cosas, para dejar en claro que está “más tranquilo que nunca” y para plantear también que cuenta con el que él considera el respaldo más importante “el que le brindan los jugadores dentro de la cancha”. De este modo, el técnico de Rosario Central intentó dejar de lado el escaso respaldo que recibió, al menos públicamente, de parte de la dirigencia. Los directivos emitieron ayer un comunicado en el que manifestaron un tibio apoyo para Cuffaro. Pero el DT evitó la polémica y advirtió que ni siquiera estaba al tanto del contenido del mismo. “Me pone bien que hayan sacado un comunicado, aunque no sé bien qué dice”, dijo el entrenador.
—¿Te sentís respaldado en tu gestión hasta el final del torneo por la dirigencia?
—Si dijera que sí, mentiría. En el fútbol las cosas no son así. Hoy siento todo el respaldo. Pero después, si el equipo pierde, me voy a ir yo. No me lo tiene que decir ni pedir nadie. Pero a veces se tejen cosas que hasta pueden dejar mal parado, en este caso, a mi posible sucesor. Por eso digo que en esto hay que tener mucho cuidado.
—Desde afuera, da la sensación de que esperabas un respaldo más claro de parte de la dirigencia que el que brindó a partir del comunicado.
—No, no, sinceramente digo que no. No es así porque acá hay que tener coherencia y sentido común. Tengo un diálogo a diario con el presidente, que es la persona más importante del club.
—Alguna vez te sentaste junto a Usandizaga para aceptar públicamente que las ventas de los jugadores fueron consensuadas por las partes. Tal vez ahora, al menos desde la prensa, se esperaba algo parecido de parte del presidente.
—No, no, para nada. No siento que necesite eso. El apoyo más importante que necesita uno es el que te puedan dar los jugadores dentro del campo de juego. Lo más importante es tener bien el grupo. Después, cada uno tiene su forma de conducir y de manejar las cosas. Nosotros sabemos lo que hablamos en la intimidad y las cosas que hacemos. Por eso puedo decir que hoy estoy más tranquilo que nunca.
—¿Te hubiera gustado que llegara el apoyo público del presidente?
—La verdad es que públicamente no se hablan muchas cosas. Pero con Horacio (Usandizaga) tengo un contacto fluido, por eso puedo decir que el presidente es una de las personas más sinceras que conocí, no tiene pelos en la lengua y mantenemos charlas de tono casi paternal. La verdad que cada vez que hablo con él (por el Vasco Usandizaga), me reconforta. El tema es que a veces queremos buscar cosas donde no las hay. Y el fútbol no escapa a eso.
—¿Sentís que la gente de Central banca este proyecto?
—El apoyo de la gente ha sido incondicional. El otro día ante San Lorenzo nos apoyaron hasta el último minuto. Y estoy seguro de que este equipo va a dejar todo dentro de la cancha para que podamos salir de esta situación. Siempre bajamos este mensaje, por eso creo que no fue casualidad que hayamos hecho el gol en el último minuto ante San Lorenzo. Pero sé que no estoy acá para perdurar. Uno no es tonto y sabe que hay un momento en el que tiene que dar un paso al costado. Pero yo quiero dejar algo en Central. Tomamos el equipo en una situación muy complicada. Y hoy la estamos peleando de igual a igual con los rivales directos, con un plantel genuino, integrado mayormente por jugadores jóvenes del club que dejan la vida en cada partido. Por eso siento que estamos haciendo las cosas bien. Todavía quedan diez fechas, una eternidad, puede pasar de todo.
—¿Se puede hablar de un antes y un después del partido con San Lorenzo?
—La respuesta la dieron ellos, los jugadores. El grupo me dejó más que conforme. Los que entran a la cancha son ellos, y los veo muy comprometidos, con franqueza, con sinceridad. Y este paso que dimos nos tiene que hacer crecer a todos. Estoy más tranquilo que nunca, no vamos a cambiar el rumbo porque tenemos los objetivos claros. Sabemos hacia dónde vamos. Con el apoyo de todos, vamos salir adelante. Estamos recobrando el rumbo y vamos a llegar al final deseado, que es lo que queremos todos.