Espectáculos

“No se puede vivir del amor”

Tras su separación, el Salmón suspendió una gira por España, retrasó una antología y hace semanas que no habla con Warner Music. Sin embargo, la discográfica recuerda que tiene contrato vigente hasta primavera.

Andrés Calamaro se separó recientemente de su esposa, la actriz Julieta Cardinali. El hecho provocó que el músico suspenda lanzamientos discográficos y una gira por España, según publica hoy el diario El País en su edición online.

El sitio español aclara sin embargo, que “en compensación”, el músico está compartiendo nuevas grabaciones caseras a través de la Red.

A fines de año pasado Calamaro abandonó el domicilio conyugal -se habían casado en julio, tras cinco años de relación- y se instaló en un piso del barrio porteño de Belgrano.

En estos tiempos, Calamaro parece haberse volcado a la grabación de música ajena, en lo que denomina el Estudio Boutique.

Mientras tanto, suspendió la publicación del próximo lanzamiento oficial de Andrés, Salmonalipsis now, una antología de temas procedentes de El salmón con media docena de inéditos. El disco estaba casi listo, sólo faltaban los textos explicatorios del autor pero, desde hace unas semanas, el artista interrumpió las comunicaciones con la Warner Music.

Salmonalipsis now  había sido pensado como una forma de acercar al público a “El Salmón”, que consta de 5 discos con 103 canciones en total.

Andrés Calamaro, durante su última participación en el Quilmes Rock Rosario.

Durante los últimos tiempos, Andrés Calamaro ha centrado sus esfuerzos profesionales en ampliar público en Hispanoamérica, una decisión que ha coincidido con cierta tropicali-zación de su rock.

En estos días, se halla en Los Ángeles (California), participando en la grabación del MTV Unplugged del veterano grupo mexicano Los Tigres del Norte.

Calamaro figura como invitado de la familia Hernández al lado de René (Calle 13), Paulina Rubio, Juanes, Diego Torres y Zack de la Rocha (Rage Against The Machine). Calamaro ha preferido no hacer declaraciones a este periódico.

Históricamente, las turbulencias amorosas de Andrés Calamaro han tenido incidencia directa en su arte. Honestidad brutal (1999), tal vez su obra más celebrada, fue desencadenada por otra ruptura.

A continuación, el artista entró en una rutina de vida peligrosa que acompañó a la productividad torrencial de la época de El salmón (2000), cuando grabó un mínimo de 400 canciones.

A principios de la pasada década, volvió a la sobriedad, aunque hubo un largo stop de discos y actuaciones. En el año 2005 reapareció en directo; poco después, recuperó la estabilidad sentimental al lado de Julieta Cardinali.

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